Venezolano transexual espera su primer hijo

Será padre por género, pero biológicamente es mujer. Y su pareja, Diane Rodríguez, será madre por definición, aunque nació hombre.

“Voy a ser mamá, mi novio Fernando Machado está embarazado de mí”, así rea un tuit que Diane Rodríguez publicó en la red social de pajarito azul el pasado 5 de octubre. Ambos son transgénero.

Al conocer la noticia, el periodista de CNN en español, Andrés López, localizó a la pareja para conocer los detalles de la increíble noticia.

Relata que cuando los conoció comprendió con exactitud lo que significa ser transexual: Fernando Machado será padre por género, pero biológicamente es mujer. Y Diane Rodríguez será madre por definición, aunque nació hombre.

Reseña Panorama que desde pequeño, Fernando, venezolano de 22 años, se sintió hombre. “Yo me declaré transgénero a los 19 años y de ahí empecé el tratamiento hormonal. Eso va guiado por un endocrinólogo. Tiene que hacerse luego de las consultas psicológicas, psiquiátricas o algún sexólogo. Luego de que consigues un aval —que es como el diagnóstico— de la transexualidad, vas al endocrinólogo y te receta las hormonas”, expuso.

Aunque estaba seguro de su identidad masculina, relata que fue un proceso complicado: “¡Yo estaba aterrado! De hecho cuando me corté el cabello me costó salir de la peluquería como media hora, tenía mucho miedo”.

Para Fernando la mejor parte de todo el proceso que ha vivido ha sido mirarse al espejo: “Lo más chévere ha sido mirarme al espejo, porque por fin me siento yo. Es como un alivio después de tanto tiempo”.

Diane tiene 33 años y es ecuatoriana. Dice que siempre supo que era diferente y que en el colegio nunca se sintió cómoda con sus compañeros hombres: “Siempre me sentí mujer, siempre me identificaba con el otro género”. Agregó que fue un proceso “complicado” y que cuando reveló su identidad femenina en casa tuvo problemas, por lo que durante un tiempo vivió en la calle.

Diane y Fernando se conocieron por las redes sociales. Ella fue quien contactó a Fernando y éste respondió inmediatamente. Aseguran que fue “amor a primera vista”.

Estuvieron chateando durante un mes aproximadamente y en la primera oportunidad que tuvo, Diane invitó a Fernando a visitar Ecuador. Hace dos meses aceptó la invitación y desde entonces viven juntos.

Ambos se han sometido a tratamientos hormonales y a cirugías puntuales, sin embargo, conservan los órganos genitales con los que nacieron.

Hace pocos días dieron una noticia que sorprendió a muchos: “Bueno, que estoy embarazado”, dice Fernando. Para muchos, es una relación confusa, después de todo, engendraron a un bebé con el método heterosexual.

“Es como otro mundo, y dentro de ese mundo se configura la diversidad sexual”, explica Diane. “La gente piensa que la transexualidad se aterriza en la genitalidad y no es así. El mero hecho de que yo haya pasado por un proceso quirúrgico y hormonal ya no compromete solo al género, está comprometido parte de mi cuerpo y eso me hace desear el otro sexo, entonces ya soy una persona transexual”.

Según Fernando, que tiene poco más de un mes de embarazo, su familia en Venezuela está contenta: “La primera con quien cuento siempre es mi mamá y le mandé una foto y su respuesta fue excelente. La llamé, empezamos a llorar de alegría. Fue súper lindo”.

En cuanto al bebé que viene en camino, la pareja ha decidido que cuando llegue el momento compartirán con él o ella la información de quiénes son.

“La gente piensa que la transexualidad se aterriza en la genitalidad y no es así”.

Diane dice que lo educarán en total libertad: “Nosotros no vamos a imponerle nada, si nuestro hijo quiere ser ateo, monja, padre, cura, si quiere ser de la diversidad sexual, heterosexual, ingeniero, hippie, será problema de él o de ella, mientras sea feliz”.

Ambos trabajan en Silueta X, una organización que vela por los derechos de las personas con diferente identidad de género y también realizan exámenes VIH.

Desde el año pasado, en Ecuador se reconoce la unión de hecho de parejas homosexuales, lesbianas o transexuales. Sin embargo, ellos aspiran a cambiar la cédula de identidad, quieren que en lugar de la palabra “sexo”, como dice ahora, diga “género”.