Por venganza estrangula a su padrastro

«Eso te pasa por violador» escribió con marcador Karin January Orozco Valero (27), hija adoptiva de Miguel Alfredo Orozco Soler, de 66 años, en la pared de la habitación donde minutos antes lo estrangularon dos hombres con los que sostenía una relación sentimental. La muchacha no pudo soportar la presión ejercida por los detectives del Eje de Homicidios de la Policía científica y se descubrió en el interrogatorio.

Helen Hernández/La Verdad

Luego de que los familiares del sexagenario hallaran el pasado viernes en horas de la noche, su cuerpo tendido sobre la cama, completamente desnudo y con un cable amarillo enredado en el cuello; el análisis de la escena del crimen condujo a los sabuesos a formularse nuevas hipótesis.

En la versión preliminar, el dúo criminal arribó en un vehículo a la calle 205 de la primera etapa de la urbanización El Soler, parroquia Domingo Rus del municipio San Francisco, e ingresaron a la casa 305 donde vivía la víctima con la intención de someterlo y llevarse los objetos de valor.

Cuando los asesinos entraron a la habitación para registrar las gavetas de madera y abrir el closet, observaron al infortunado mientras dormía. Agarraron un cable, lo colocaron en su cuello y comenzaron a apretar hasta dejarlo sin aire. Miguel luchó cuanto pudo para evitar que lo mataran, su agonía se prolongó, todo resultó inútil, dejó de respirar, su rostro se tornó morado y gris, detalló un funcionario policial.

El equipo de criminalística determinó que los presuntos delincuentes abrieron la puerta principal de la vivienda sin problemas, las ventanas tampoco estaban forzadas. «Lo más probable es que alguien les hubiera facilitado el acceso».

El cadáver desnudo del occiso también generó suspicacias al igual que las declaraciones ofrecidas por sus parientes. Un allegado a la familia, quien prefirió no identificarse por temor, comentó que los antisociales conocían al comerciante, habían estado antes en la casa y sabían dónde guardaba sus pertenencias.

Historia de un depravado

El resentimiento acumulado durante la infancia y parte de la adultez de Karin Orozco, se convirtieron en una bomba que amenazaba con explotar en cualquier momento, solo necesitaba un detonante. El padre que nunca soñó tener cometió actos lascivos contra sus hijas de dos y cuatro años, acarició sus partes íntimas en reiteradas oportunidades.

La vida de Miguel Orozco, «no era tan perfecta después de todo». Sus familiares lo describieron como un hombre honesto, trabajador, responsable, digno de confianza y admiración. La realidad era otra, pervertido, violador, psicópata y depravado sexual, son solo algunos de los calificativos que le atribuyeron los efectivos de la Policía científica.

El supuesto aberrado contrajo matrimonio con la madre de Karin cuando estaba embarazada, presentó a la pequeña con su apellido, «a ella nunca la violó», pero a su hermana sí. Una vez que ambos decidieron terminar la relación, el contacto entre la joven y su padre continuó.

Los años transcurrieron, se casó de nuevo. Cuando el ama de casa le presentó a Anderson, su pareja, la víctima quedó prendada de él, casi de inmediato le ofreció dinero por una noche de placer, aseguró un detective encargado de llevar a cabo el interrogatorio.

Con una video cámara en las manos el adulto mayor gravó el encuentro sexual que sostuvo con su esposa y el muchacho. Después del evento le confesó a su novia lo que había hecho, la respuesta no se hizo esperar: «vamos a darle un susto», dijo la joven.

Subió la cabeza, agarró el teléfono celular y marcó el número de Walter, otra pareja que tenía, le pidió que se trasladara hasta su casa. Entre los tres planificaron la muerte del infortunado.