La desesperación por huir en busca de mejores condiciones de vida, lleva a los venezolanos a emigrar sin siquiera un plan o al menos dinero para poder mantenerse fuera de las fronteras. Muchos prefieren pernoctar en las plazas o calles que morir de hambre en su país.
Cuatro niños de 2, 4, 5 y 6 años de edad fueron abandonados por su madre venezolana en plena calle del municipio colombiano de Riohacha. Fueron hallados por las autoridades municipales durmiendo en el piso de cemento bajo el sol, sin el cuidado de ningún adulto.
Al ser interrogados por la ubicación de su madre, solo lograron responder que ésta los había dejado en el sitio. Los menores fueron llevados al refugio de Bienestar Familiar donde permanecieron hasta que la mujer cuya identidad no se dio a conocer, fue a buscarlos.
La división de Infancia y Adolescencia de ese municipio inició las investigaciones para conocer las razones por las que la ciudadana venezolana abandonó a sus hijos en esa localidad y dejó a los cuatro niños durmiendo en esas condiciones que alarmaron a los transeúntes.
El éxodo masivo de venezolanos hacia el vecino país ha sido recibido con cautela por las autoridades, que aunque ciertamente han manifestado su solidaridad ante la crisis venezolana, se mantienen atentos a las condiciones en las que se instalan los mismos en es país, evitando así irregularidades como robos o violaciones a las normas.
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