“Una bala mató a mi hijo y dicen que en la autopsia no hallaron nada”

Madre de Luis G Espinoza caido en las protestas 2017

La madre de Luis Guillermo Espinoza, quien murió durante un plantón en San Diego el 6 de junio, denunció irregularidades en el caso, publica El Nacional

La madre de Luis Guillermo Espinoza, quien murió luego de ser gravemente herido de bala en la cabeza durante un plantón en San Diego (Carabobo) el 6 de junio, denunció que en el expediente del caso y la fiscal del Ministerio Público que conoce de la causa indican que en la autopsia no se hallaron evidencias de bala.

Zulmith Espinoza aseguró que en la tomografía que le hicieron al adolescente de 15 años de edad el día que la Guardia Nacional Bolivariana le disparó, se evidenciaba la presencia de una bala en el cerebro, que le causó daños en los sentidos de la vista y oído, lo cual certificó el médico forense que lo examinó.

“Una bala en la cabeza mató a mi hijo, pero extrañamente la fiscal me dice que en la autopsia no hallaron nada. Entonces, no entiendo. Si había una bala, por qué el día de la autopsia no encontraron nada”, manifestó.

Espinoza dijo que la autopsia tardó tres horas y que estuvieron presentes comisarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, fiscales del Ministerio Público y de la Defensoría del Pueblo.

“Le pedí a Dios que no lo hiciera sufrir más”, contó la madre del joven futbolista, capitán de la sub-15. Denunció que su hijo, quien estuvo hospitalizado dos meses, fue víctima de negligencia médica. “En los hospitales del país no hay insumos ni personas preparadas. Lamento mucho que los centros de salud estén en esas condiciones”, señaló durante la quinta audiencia pública testimonial que se registran en Venezuela para que la Organización de Estados Americanos determine si el Estado cometió delitos de lesa humanidad.

“Fue a un niño de 15 años al que le reprimieron sus sueños, también reprimieron los míos, él era mi único hijo y mi sueño. Yo luchaba en torno a mi hijo”, expresó Espinoza.

Balas contra caramelos. “A mi esposo le acribillaron el carro con más de 16 disparos de balas. Allí lo que tenía era arepas, agua y en sus bolsillos caramelos para los niños”, señaló Olga de González, esposa de Leonardo González, quien fue asesinado el 27 de julio en Carabobo durante el paro nacional convocado por la Mesa de la Unidad.

Exigió justicia para ese caso y para el resto de las personas que fueron asesinadas durante las manifestaciones entre abril y agosto de este año. Denunció que solo un funcionario de la Policía de Carabobo está detenido por la muerte del voluntario de Doctor Yaso.

“El caso tiene pruebas evidentes y claras. Hay un solo funcionario detenido, pero el resto del contingente de Policarabobo que actuó allí no ha sido imputado”, indicó. Aseguró que la causa la tiene “detenida” el fiscal general designado por la asamblea nacional constituyente. “Es evidente la intención de querer tapar el caso”.

Resguardo. Lilian Tintori, esposa del preso político Leopoldo López y vocera del Comité de Víctimas de la Represión, hizo un llamado al Ministerio Público, a la Defensoría del Pueblo, a hacer justicia en todos los casos que se registraron de asesinatos y violaciones de los derechos humanos contra los ciudadanos.

Informó que solicitarán medidas cautelares para los familiares de las víctimas a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para proteger su integridad física.

Voces de los oprimidos

1-     Zoraida Castillo, abogado de los 14 polichacaos presos en El Helicoide, denunció que los funcionarios, que tienen boleta de excarcelación desde hace más de un año, fueron torturados, golpeados y vejados por miembros del Sebin. Aseguró que los oficiales tienen la vista comprometida debido a que están expuestos todo el día a una fuerte luz blanca.

2-     Ana Leonor Acosta, miembro de la defensa del concejal de San Cristóbal José Vicente García,afirmó que el dirigente de Voluntad Popular se encuentra secuestrado en condiciones deplorables en las celdas del Sebin, pese a que en diciembre de 2016 el tribunal ordenó su libertad porque el Ministerio Público no halló pruebas para imputarlo.

3-     Iván Urbina, padre de Fabián Urbina, rechazó la represión desmedida de la que son víctimas los manifestantes en el país. Relató que a su hijo de 17 años le partieron una oreja con un perdigón y el brazo con una lacrimógena cuando participaba en una protesta pacífica, y que dos meses después un GNB con un arma corta le disparó en la clavícula y lo asesinó.