“Quedamos en la línea de fuego”

El esposo de Angélica María Hinestrosa Pérez, de 30 años, jamás olvidará que en un día de San Valentín. La docente es una de las seis víctimas del tiroteo en el estadio de softbol en Santa Rita

El esposo de Angélica María Hinestrosa Pérez, de 30 años, jamás olvidará que en un día de San Valentín, perdió a la mujer con quien convivió los últimos 15 años. La docente es una de las seis víctimas en el estadio de softbol en Santa Rita. En el tiroteo hubo cuatro muertos y tres heridos.

«Quedamos en la línea de fuego», precisó el esposo de Hinestrosa, quien por temor no quiso dar su nombre. «El primer disparo lo recibió Angélica. De repente escuché muchísimos disparos, muchísimos, y me tiré sobre ella. Nunca supe de dónde venían los tiros».

A la maestra la hirieron en la axila izquierda. «Levanté la cabeza veía cómo la gente, en medio de la desesperación, corría de un lado a otro. Había niños, todos lloraban. Los muertos y heridos caían como piñas, uno tras el otro».

Entre las víctimas estaban los hermanos Luis Alfonso (26), alias «Pepito», y Carlos Eduardo Terán, apodado el «Loco», Hinestrosa, Katrina Pulido, Diover Olivares, de 35 años, y Ángel Urdaneta, de 40.

El «Pepito» se desangró en el sitio. La docente, el «Loco» y Urdaneta fallecieron en los hospitales. «No conocíamos a quiénes buscaban los sicarios. No estamos ligados a gente como esa. Mi esposa estaba en el lugar menos indicado», juró la pareja de Hinestrosa.

Según los oficiales, los sicarios buscaban al «Loco», este es el brazo ejecutor del «Puchungo» y de la banda Los Meleán. Se le vincula con el asesinato  de Carlos Felipe Soto Nava (45), hermano del «Mocho Edwin» y líder de la banda El Tren del Norte, el pasado viernes.

Los pistoleros llegaron en un Aveo plata. Tres de sus pasajeros se desembarcaron, se mezclaron entre los 80 asistentes y en cuestiones de segundos comenzaron la ráfaga de disparos.

 

La Verdad