Varios pescadores venezolanos se convirtieron en piratas para poder sobrellevar la crisis económica del país, informó este lunes Colin Freeman, corresponsal de The Telegraph.
Freeman aseguró que la zona más afectada es la de Trinidad y Tobago, donde los pescadores que no son secuestrados, son maltratados y despojados de sus capturas. Agregó que estos mismos delincuentes han creado nuevas rutas para el tráfico de cocaína y armas, reseñó Curacao Chronicle.
“Al principio, se pedían cantidades de entre 5.000 y 10.000 dólares, pero ahora eso es mucho más, incluso se mencionan rescates de más de 30.000 dólares”, comentó Esook Ali, el líder de la asociación de pescadores trinitense.
Los ladrones, después de cometer sus fechorías, usan el dinero adquirido para comprar aceite, arroz y otros productos que no consiguen en su país. “Es imposible que nuestra comunidad pague. Se ha pedido a la guardia costera escoltas armados, pero aún no se ha recibido respuesta”, resaltó.