«Mi hija era tranquila, las ‘junticas’ era lo malo»

Los vecinos, los amigos y los familiares llegaban a la casa de la abuela materna de Ana Gabriela Meleán Villalobos, de 20 años. Vestidos de negro para el velatorio y posteriormente su sepelio

Los vecinos, los amigos y los familiares llegaban a la casa de la abuela materna de Ana Gabriela Meleán Villalobos, de 20 años. Vestidos de negro para el velatorio y posteriormente su sepelio, en el Cementerio Sagrado Corazón de Jesús. El padre indicó que su hija era alegre y tranquila, pero sus amistades no servían.

La calle 87 con avenida 39B del barrio San José reinó el silencio hasta las 9.00 de la mañana de ayer cuando comenzaron los rezos. Carros mal estacionados y una carroza frente a la casa de la abuela de Ana. Los allegados ingresaban a la vivienda y abrazaban a los dolientes mientras que María Pérez, hermana de la víctima, declaraba afuera.

«No conocíamos a ese muchacho, yo tenía tiempo sin ver a mi hermana». Abrazaba a un conocido, mientras recordaba que una prima le notificó sobre el asesinato de su hermana. Según los parientes la muchacha paró sus estudios al completar el tercer año de bachillerato. Hoy se estaría inscribiendo en un curso, pero no especificaron de qué. Era muy alegre y le gustaban las fiestas.

Ana María, hermana menor, aclaró: «Ana no era mala, era una buena persona», vivía en el sector 18 de Octubre con su padre. El pasado jueves la vió por última vez. La familia poco sabe de su relación con Néstor Luis Barboza Chourio (20), a quién las autoridades buscan por asesinarla de un tiro de escopeta.

Un amigo comentó en anonimato que «su novio la mató por celos».

El papá, Carlos Flores, se enteró de la muerte de su hija por la Policía. A las 10.30 de la mañana los familiares cargaron el ataúd en sus hombros y lo pasearon por el barrio. Carlos iba detrás e informó que su hija era «muy tranquila, no se metía con nadie. Lo malo eran las ‘junticas’ que tenía». Agregó que no conoce aún al homicida de su hija.

En la casa 18-120, en la avenida 11 del barrio Don Rómulo Gallego, en la parroquia Coquivacoa al norte de Maracaibo ocurrió el homicidio. Néstor Barboza (20), discutía en la madrugada del pasado sábado, sacó una escopeta, le disparó y luego huyó. La Policía científica continúa las investigaciones para dar con su guarida.

 

José Antonio González/La Verdad