“Los policías dispararon desde la esquina sin razón”

Elvira Carolina Colina  (32) recibió un tiro en la cabeza de parte de un funcionario que perseguía a unos delincuentes. A pesar del silencio en la Policía científica, trascendió que los resultados de la balística y planimetría aún no están listos

La indignación y la tristeza se exacerban cuando alguien menciona la palabra «policía» en la calle 126D con avenida 44 del barrio Bello Monte. Ahí unos funcionarios, quienes daban cacería a unos delincuentes el pasado domingo, mataron a Elvira Carolina Colina Escaray (32), una doméstica y albañil, de un tiro en la cabeza. «Los policías dispararon desde la esquina sin razón», denunció Mariángela Soto, comadre de la víctima.

Los vecinos aseguraron que nunca hubo tal enfrentamiento. «Aquí no hubo tiroteo. Los delincuentes estaban fuera de combate y los efectivos del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia disparaban sin medir las consecuencias». Indicaron que a las 7.00 de la noche jugaban los niños en un inflable que estaba en la esquina de la calle. Los adultos los vigilaban desde el frente de sus casas.

Audrey Ramírez, cuñada de la occisa, explicó que primero escucharon un par de detonaciones. Pensaron que se trataba de cohetes. Un tercer estallido los obligó a moverse de sus sillas.

Cuatro delincuentes viajaban en un Century Buick azul. De cerca los perseguían los uniformados. Uno de los disparos alcanzó a Deivis José de Ávila (21), alias el «Caraota», el hampón que conducía el carro. Perdió el control del carro y chocó contra un poste de electricidad. Retrocedió y colisionó nuevamente contra la cerca de una casa, comentaron los testigos.

Colina intentaba resguardar a su hijo de 11 años, cuando llegaron los policías y dispararon sin precaución. «Al verlos, ella empujó a mi hermano hacia la casa y cuando quiso entrar recibió un tiro en la cabeza», destacó Ramírez.

Abuso 

Soto afirmó que ella corrió hasta donde cayó herida quien fuera su amiga y vecina durante 15 años. En ese momento uno de los oficiales la apuntó, pero ella hizo caso omiso. «La levanté y por la sangre que cubría su cuerpo se me cayó». Mientras el pequeño de 11 años que Colina salvó señalaba al hombre que disparó en contra de su madre.

Todo eso pasaba y los efectivos no caían en cuenta de que tres de los cómplices del «Caraota» huían al ver que su compinche se desangraba. En este punto el trío de policías intentaba esconderse de la comunidad que los señalaba de matar a la trabajadora doméstica. Luego llegó la Policía Nacional.

En medio de la confusión, los parientes del supuesto maleante tomaron a su familiar y se lo llevaron al Hospital General del Sur. Los amigos de Colina la montaron en una camioneta particular y la llevaron al mismo centro asistencial a donde ambos ingresaron sin signos vitales. «A nosotros no nos interesa el choro, nos importa nuestra amiga», aseguró Soto.

A pesar del silencio en la Policía científica, trascendió que los resultados de la balística y planimetría aún no están listos.

Ofrecen sepelio

Biagio Parisi, secretario de Seguridad y Orden Público, indicó a través de una nota de prensa que Colina murió al quedar encerrada en el tiroteo. Destacó que su oficina diligencia los gastos fúnebres para ayudar a la familia y que presuntamente la bala asesina salió de uno de los efectivos.

 

 

José Manuel Sánchez/La Verdad