Los cadáveres de José Parra y Robinson Chaparro estaban tirados en la vía. Uno estaba al lado del otro en la carretera que conduce al Jardín Botánico, en un basurero improvisado en la zona
La comunidad del sector El Palotal, al oeste de la ciudad en la parroquia Francisco Eugenio Bustamante, avistó los cadáveres de José Parra y Robinson Chaparro (21) en el medio de la vía. Uno estaba al lado del otro en la carretera que conduce al Jardín Botánico, en un basurero improvisado en la zona.
Los curiosos llegaban y la Policía regional los apartaba. A los cuerpos los taparon con una bermuda y una sábana. Chaparro vestía franela amarilla, jean y medias azules. Yacía boca abajo y su cuerpo aún chorreaba sangre. Tenía una cortada profunda en uno de los brazos, los funcionarios presumen que sea producto de un machetazo.
A Parra lo lanzaron boca arriba, también de jean y franela. Sus verdugos le cortaron la frente y en el pecho tenía heridas de arma blanca. Los familiares se desplomaban al ver cómo los funcionarios de la Policía científica urgaban las heridas.
A las 9.20 de la mañana levantaron los cuerpos y los trasladaron a la morgue en la furgoneta forense. Los parientes contaron que Chaparro había entregado un carro que maneja en la línea de transporte público Kilómetro 4-El Gaitero. «El carro lo dio a las 4.00 de la tarde» del pasado domingo en el barrio San Benito. Desde entonces no lo vieron más.
Cuando la furgoneta arrancó, llegó la familia de Parra. «¿Dónde estaban?, ¿dónde?», preguntaba un pariente. Agregó que la tarde del pasado lunes a las 6.00 de la tarde, cinco delincuentes armados lo interceptaron con una Jeep Wagoneer marrón y se lo llevaron, desde entonces llamaron a la Policía para buscarlo. Era colombiano, comerciante en Mercamara, dejó un hijo. Los parientes exigieron dar con los responsables y que se haga justicia.
Las familias desconocían si alguna de las víctimas tenía problemas con alguien o una deuda. La muerte de sus allegados les llegó de sorpresa y brutalmente.
Cifras
5 desconocidos armados raptaron a una de las víctimas al sur de Maracaibo.
15 horas transcurrieron antes de que las familias encontraran los cadáveres.
José Antonio González/La Verdad