Los macabros detalles del asesinato de la estudiante zuliana, María Gracia: Violada y descuartizada

María-Gracia

Este martes, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, (Cicpc), halló enterrado el cadáver de María Gracia Reyes, la estudiante de La Universidad del Zulia, desaparecida el 1° de marzo en Maracaibo, en la residencia de sus asesinos, Metid Salim Yousra y su hijo Hachem, quienes murieron en un enfrentamiento con las autoridades.

El cadáver de la jovencita ingresó a la morgue a las 3.00 de la tarde, sus familiares no han aparecido. En la escena del crimen hallaron bolsas de basura, en su interior había un brassier, un bolso y una cartera de mujer.

En la jardinera de una humilde vivienda de paredes rosadas y blancas hallaron, ayer en la tarde, el cadáver descuartizado de María Gracia Reyes Sanjuan, de 18 años, estudiante del cuarto semestre de Artes Plásticas de la Universidad del Zulia. Los vecinos del barrio San Sebastián, parroquia Luis Hurtado Higuera, en el municipio Maracaibo, observaban desde las barandas como los detectives del Eje de Homicidios de la Policía científica lo desenterraban mientras se tapaban la nariz con trapos, el olor a carne descompuesta contaminaba los alrededores.

La Brigada Contra Extorsión y Secuestro del cuerpo detectivesco estaba tras el paradero de Metid Salim Yousra (50), y Hachem Salim, su hijo, señalados por los parientes de la joven como los principales sospechosos de su desaparición desde hace 26 días. A medida que la investigación avanzaba, los funcionarios pensaban que la tenían en cautiverio; la versión se corroboró, hallaron a la víctima enterrada unos ocho metros bajo tierra.

Las experticias condujeron a los funcionarios hasta la casa ubicada en la avenida 46 del barrio San Sebastián, los moradores llamaron por teléfono a la sede del comando policial en reiteradas ocasiones, se quejaban por la putrefacción que emanaba el porche donde habitaron los árabes. Cuando los uniformados visitaron la residencia a principios de mes no obtuvieron resultados, esta vez era diferente.

Comisiones de la Policía científica estacionaron las patrullas, una mata de almendrón brindaba sombra en la entrada de la casa, abrieron la reja, entraron, el olor indicaba el lugar exacto donde debían comenzar a cavar, la jardinera adosada a la pared del frente. Una, dos, tres palas de arena extrajeron los técnicos forenses, en 60 minutos dieron con los restos de la estudiante, los sacaron con cuidado.

Los vecinos de la comunidad, situada al sur de la capital zuliana, permanecían incrédulos y expectantes, la Policía realizó allanamientos semanas antes, no encontraron a María Gracia; ahora, su cadáver los acompañaba desde las profundidades de la tierra. Fuentes vinculadas con la investigación informaron que los psicópatas la violaron varias veces, agarraron un arma punzo penetrante, la apuñalaron, después la descuartizaron y enterraron.

Mientras los detectives colectaban las evidencias, los habitantes del barrio comentaban entre sí, Salim alquiló la casa, estaba en venta. La dueña esta en Colombia, vimos a la infortunada sentada en el porche, luego entró; tenía una mesa con productos de primera necesidad, vendía arroz, harina, azúcar, aceite. Los comentarios cesaron minutos, hasta que otro vecino dijo: “también vendía empanadas”; un efectivo lo interrumpió, “la comercialización de alimentos es una estrategia del asesino para ocultar el secuestro de María”.

Seguimiento

El Comisario Mario Pacheco, jefe de la Policía científica en la región zuliana, confirmó, ayer, la muerte de los dos asesinos de la muchacha. Salim presentaba una orden de captura desde el 2014 por el delito de violación, envolvía a las jóvenes, les ofrecía trabajo, pretendía conformar un harén de 150 vírgenes; alguna de ellas debía satisfacer las necesidades sexuales de su hijo. Burló a las autoridades durante mucho tiempo, se acabó el juego.

Efectivos del Eje de Homicidios de la Policía científica arribaron a la nueva morada de los árabes, tocaron al puerta, en vista de que no abrieron, saltaron la cerca perimetral, penetraron, en medio de un supuesto intercambio de disparos padre e hijo cayeron heridos en el piso, murieron en el Hospital General del Sur (HGS).

En la segunda habitación de esa vivienda había un charco de sangre fresca, a escasos metros estaba tirada una chaqueta negra, al parecer era de uno de los delincuentes liquidados. En uno de los baños había otro charco de sangre, se presume que es el lugar del enfrentamiento.