Le desprenden el hígado durante un despojo

morgue Maracaibo
Marbelis Elena Blanco Cabrera, de 34 años, sufrió una hemorragia interna y falleció en el Hospital General del Sur. Tenía hematomas por todo su cuerpo. La Policía científica detuvo preventivamente al esposo de la empleada doméstica. Es el principal sospechoso del asesinato. Este sostiene que «estaba endemoniada»

Helen Hernández/La Verdad

Apoyado en dos muletas llegó el esposo de Marbelis Elena Blanco Cabrera, de 34 años, a la morgue forense. Rodeado de unos familiares comentó que su mujer «tenía un espíritu malo en el cuerpo» y al intentar sacárselo se murió. La Policía científica lo detuvo preventivamente. Las causas del deceso de la empleada doméstica no eran naturales, en la necropsia presentó desprendimiento del hígado y hemorragia interna. La mataron a golpes.

Quienes acompañaban al discapacitado respaldaban con su mirada y el movimiento de su cabeza cada uno de los alegatos del marido de Blanco.

Sentado en una banca, el hombre recordó que viajó el pasado viernes hasta Maicao, Colombia, para buscar a Marbelis. De allá se la trajo con «el diablo adentro». Llegaban al conjunto residencial El Trébol, en la Circunvalación 2, cuando empezó el trance. «Se comportaba como una culebra, sacaba la lengua, el rostro se le transfiguró, miraba amenazante, no decía una palabra, solo se limitaba a retorcerse y revolcarse por el piso».

La familia quiso despojarla y en ese momento «sufrió un infarto», acotó la pareja de Blanco. La llevaron hasta el Hospital General del Sur, donde falleció ayer las 4.00 de la madrugada. Los médicos reportaron el asesinato. Pese a la insistencia de la familia, el cadáver lo trasladaron a la morgue forense. Allí se comprobó que la mataron a golpes.

Todos los que escuchaban el relato se detenían cerca del hombre. No querían perderse detalle. Al verse asediado por los medios de comunicación y unos curiosos, el marido de Marbelis se levantó de un salto y se marchó.

Confesó

Los detectives del Eje de Homicidios detuvieron preventivamente al concubino de Blanco. En un primer momento mantuvo su historia del despojo y los demonios. Al final de la tarde, confesó que «le pegó con las muletas en un arrebato de celos», detalló un oficial.

Hasta el momento el presunto asesino permanece detenido en la base central de la Policía científica. Los investigadores reconstruyen en su residencia las circunstancias de la pelea y del ataque.