Ladrones ingresaron a robar en una quinta y asesinaron a toda la familia en Cabimas

La visita inesperada a la vivienda de Los Rodríguez Soto jamás pensó que se convertiría en testigo del dantesco crimen. El familiar tocó incesantemente la puerta principal. Optó por realizar varios intentos de llamada telefónica que finalmente resultaron fallidos. Pero mientras permanecía en las adyacencias a la vivienda un mal olor le predijo que había sucedido una tragedia por lo que la próxima llamada la hizo a la central telefónica de Policabimas, reseñó La Verdad.

Los funcionarios, al poco tiempo, se acercaron hasta el lugar. Forcejearon la puerta principal y se consiguieron en una de las habitaciones a Norelba Josefina Rodríguez Pérez, de 30 años,  con sus dos hijos Andrés Jesús Soto Rodríguez (7) y  Diego Alejandro Soto Rodríguez (9), todos maniatados y degollados, mientras que el cadáver de  Wilton Eduviges Linarez Quintini,  de 56 años, permanecía sentado en una silla, amarrado y con un disparo en la cabeza.

Los gritos desgarradores del familiar de Los Rodríguez Soto certificaron a los vecinos que sucedió una tragedia. La conmoción de inmediato se apoderó del lugar. La familia tenía  menos de dos años que habían comprado el inmueble justamente al lado de la escuela Gustavo Fuenmayor a escasos 500 metros de la iglesia de La Rosa.

Las primeras investigaciones apuntan que quienes cometieron el dantesco crimen fueron unos robaquintas que ingresaron la madrugada del viernes a la vivienda.  Al parecer, las víctimas reconocieron a  los delincuentes.

“La información que se maneja es que  el hombre recientemente había realizado la venta de un vehículo y el pago lo recibió en moneda extranjera. Los ladrones sabían que el dinero estaba en el interior de la vivienda, la resistencia a la entrega del mismo y el posible reconocimiento de los ladrones pudo desencadenar este terrible hecho”, contó una fuente ligada a la investigación.

La minuta policial certificó que los dos niños y los dos adultos fueron acuchillados y fuertemente golpeados con una porra que dejaron abandonada en el lugar de los hechos.