Intentan ayudar a los asesinos del fisioterapeuta y los detienen

La Policía liquidó a los dos homicidas del médico cubano una hora después del crimen. Se enconchaban en una escuela de la zona. Freddy esperaba viajar el próximo miércoles a Cuba para visitar a su hijo luego de seis años sin verlo

A Luis Eduardo Gallardo Jiménez (22) y Kelly Johana Cuello Alvarado (19) los detuvo la Policía científica cuando buscaban en la calle 70 con avenida 68B, a uno de los homicidas de Freddy Bartolo Nápoles (54) en un colegio de la urbanización La Victoria. Los delincuentes se desplazaban en una moto MD Águila negra, sin placas.

Luego de asesinar al fisioterapeuta cubano, cuando salía de un supermercado en la avenida La Limpia, para despojarlo de su moto, los criminales se separaron para despistar a los policías. Uno huyó en el vehículo robado y el parrillero se enconchó en una escuela de la zona.

El primero se enfrentó a una comisión en la calle 78 de la urbanización La Victoria, parroquia Caracciolo Parra Pérez. Un oficial indicó que los detenidos recibieron una llamada del segundo homicida, indicándoles que estaba escondido en una escuela en la calle 70 con avenida 68B del mismo sector. Gallardo y Cuello esperaron que las patrullas se alejaran para ingresar al instituto. «Un vecino llamó para denunciar que una moto esperaba a alguien cerca de la escuela y las comisiones emprendieron de nuevo la búsqueda».

Los funcionarios al avistarlos les dieron la voz de alto y ambos se entregaron, mientras el asesino aún por identificar disparaba desde la instalación estudiantil. Se inició un enfrentamiento y resultó herido. Su cadáver lo llevaron al ambulatorio de La Victoria.

En el procedimeinto incautaron dos revólver calibre 32 y 38 y la moto donde iban los compinches junto a la motocicleta del fisioterapeuta.

Médico entregado

Odalia Meleán esperaba el cuerpo de su esposo en las adyacencias de la morgue. El «maravilloso hombre» con el que compartió por nueve años estaba en una bandeja de metal con dos impactos de bala en el cuerpo. «Me quitaron a mi ángel negro», repetía mientras la abrazaba un conocido.

Describió a su pareja como un trabajador excelente, «hace 17 años llegó de Cuba con las misiones de Barrio Adentro». Freddy Bartolo era licenciado en Cultura Física y se dedicó toda su vida a estudiar sobre la fisionomía del cuerpo para «ayudar a todo el que lo necesitara».

Los compañeros de la Asociación de Cubanos Residenciados en Venezuela (Acroven) ayudaban a los familiares con los documentos para el funeral. «Aún no sabemos dónde lo enterraremos, esperamos al presidente de la asociación para determinar si es aquí o se lleva a Cuba», explicó José Verdecia.

Se supo que la víctima tenía seis años sin visitar su pueblo natal y planeaba irse el próximo miércoles, «solo quería ir a ver a su hijo que tanto extrañaba, siempre trabajaba duro para poder darle lo mejor a su familia».

 

«Era un hermano, un amigo, no hay palabras que describan la persona que era Freddy, ayudaba a cualquier hermano cubano que necesitara ayuda, así no lo conociera». José Verdecia, amigo y colega cubano. 

 

Paola Hernández/La Verdad