Identifican a dos venezolanos asesinados en La Parada

Familiares de Odlanyer Pinto (23), y Paul Franco (34), llegaron el pasado lunes en horas de la mañana al Instituto de Medicina Legal de Cúcuta, para identificar sus cadáveres. Los asesinaron el pasado viernes en La Parada, Colombia

Luego de viajar por más de 14 horas en bus, sin importarles el cansancio que tenían y sin un solo peso en los bolsillos, este lunes en la mañana, llegaron a Cúcuta los familiares de dos de los cuatro venezolanos asesinados del pasado viernes en horas de la madrugada, en La Parada, municipio Villa del Rosario, departamento de Norte de Santander de Colombia.

Se dirigieron a las instalaciones del Instituto de Medicina Legal a identificarlos plenamente. Una vez adentro, los parientes entregaron las cédulas de los dos hombres para que por medio de la huella que trae el documento pudieran identificarlos, esperaban que no se tratara de ellos, reseñó el Diario La Opinión.

Las horas pasaron y la angustia se hizo más grande, pese a que los familiares fueron al Consulado de Venezuela, en Cúcuta, buscando ayuda, no lograron conseguir nada. Regresaron a la morgue forense a continuar la espera, hasta que les notificaron que sí eran ellos.

Se trataba de Odlanyer Reinaldo Pinto Hidalgo, de 23 años, y Paul Alfredo Blanco Salas, de 34 años, quienes emigraron al vecino país en busca de unas mejores condiciones de vida en vista de la crisis que se vive en su país de origen.

Sin ponerse de acuerdo, las dos familias coincidieron en la argumentación del por qué Pinto y Blanco estaban en La Parada. Ambos venían a buscar dinero para enviar a sus parientes “porque las cosas en Venezuela no están bien”.

Uno llevaba más tiempo en Colombia que el otro. Blanco pasó la frontera y se quedó en La Parada desde hace un mes, mientras que Pinto apenas llevaba una semana. Se dedicaron a trabajar en esa población fronteriza de Villa del Rosario. Llevaban mercancía de Venezuela, y movilizaban personas con sus maletas por el puente internacional Simón Bolívar.

Las historias

Pinto habló por última vez con su papá el martes pasado, en horas de la noche. Le comentó que estaba bien, que no se preocupara, un amigo en Bucaramanga le iba a regalar el dinero de los pasajes para que se fuera para allá a trabajar con él.

“Después de eso no volvimos a tener contacto y al ver que habían pasado dos días que no sabíamos nada, y que él nos había dicho que pensaba devolverse el fin de semana que pasó, nos preocupamos. Igual, el sábado nos llegó la noticia de que lo habían matado. Nosotros venimos desde Carabobo”, sostuvo su padre.

Dos hermanos de Blanco llegaron desde el estado Aragua, confirmaron que su cadáver lo abandonaron dentro de una caneca. “Hace una semana él nos llamó y habló con la esposa y la hermana, les dijo que ya estaba casi todo listo para que se vinieran, pero como no volvió a comunicarse nos preocupamos”, indicó uno de los hermanos de Blanco.