El nuevo Pran: Yolfrank Marcano alias “El Menor”

Su nombre trascendió en los medios nacionales e internacionales cuando fue tiroteado el 24 de enero, pero para los habitantes de Nueva Esparta el nombre de Teófilo Alfredo Rodríguez Cazorla era sinónimo de delincuencia organizada desde hace más de diez años. Para sus allegados, delincuentes o no, el conocido como “El Conejo” era un promotor de la “paz”.

“Muchos te recordarán como un delincuente, otros hablaran que fue el mayor criminal, pero una persona que usa su dinero para ayudar gente pobre, enfermos, discapacitados aquel que principalmente promovía la paz, que buscaba la alianza entre hermanos, para mí eso es un héroe, un líder y eso nadie lo quita, ni la muerte… te extrañaremos, patrón”, dijo el 26 de enero en su perfil de Facebook una de las reclusas del Internado Judicial de la Región Insular ubicado en el sector San Antonio del estado Nueva Esparta.

Como éste, existen varios mensajes de sentido pésame en la red social. Lo que no mencionan en ellos es de dónde Rodríguez Cazorla obtuvo su dinero. Fuentes policiales indicaron que el hombre de 44 años de edad controlaba el negocio de la droga y la extorsión en la Isla, dentro y fuera del penal de San Antonio, que fue su domicilio por 11 años.

“El Conejo” nació en Porlamar en 1971 y vivió allí durante toda su infancia, en la calle San Rafael, donde se realizó su funeral el 25 de enero. Su madre trabajaba como doméstica para familias a las que Rodríguez Cazorla les hacía mandados, y en su comunidad se desempeñó como el mensajero motorizado de los comerciantes en su juventud. Algunos señalan que su apodo obedece a la forma de su dentadura, que años después moldeó a su gusto con la fortuna que obtuvo del delito. Otros aseguran que se debe a su gusto por el logo de la revista Playboy, símbolo que marcaría en todas las paredes del penal que dirigió.

En 2010 fue condenado por el Tribunal Segundo de Juicio del Circuito Judicial Penal del estado Anzoátegui por distribución de drogas, porte ilícito de armas, desvalijamiento de vehículo automotor y aprovechamiento de vehículo proveniente del delito. No pagó años de cárcel por los homicidios en los que estaría implicado.

Aunque a Rodríguez Cazorla lo detuvieron en 2003 en Margarita, la sentencia fue impuesta por un tribunal fuera de la Isla. Situaciones irregulares que ocurrieron durante el proceso judicial obligaron a las autoridades a mudar el juicio de sede. Una de ellas, de acuerdo a lo publicado por un medio local, son varias falsas alarmas de bomba en las instalaciones de los tribunales insulares. También se registraron ausencias de abogados, huelgas en el penal de San Antonio y amedrentamiento a los escabinos. Todo generó retardo procesal, por lo que la justicia le llegó siete años después a “El Conejo”.

Rodríguez Cazorla fue asesinado el domingo 24 de enero cuando salía de una discoteca ubicada en la calle 4 de Marzo en Porlamar. Cinco tiros le quitaron la vida y otros proyectiles alcanzaron a cuatro de los acompañantes que iban abordo de un vehículo Toyota Corolla, entre ellos su hijastro a quien se le conoce como “El Chiripa”.

Se conoció de manera extraoficial que “El Conejo” evitaba pasar largos periodos de tiempo en la Isla por temor a ser asesinado, por lo que viajaba con frecuencia a México y Panamá.

Una de las hipótesis señala que Rodríguez Cazorla fue asesinado por un ajuste de cuentas por una deuda que adquirió la víctima y no fue cancelada. Los sospechosos serían parte de una banda que no pertenece al país. Sin embargo, otro de los móviles latentes del crimen es el de la lucha de poder entre bandas.

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La sucesión

Las estructuras delictivas conocidas como crimen organizado funcionan bajo un esquema de mando de estilo militar en el que el cabecilla de la banda tiene un sucesor preestablecido por las normas internas. En el caso de “El Conejo” y el Tren del Pacífico, como se le conocía al grupo hamponil que manejaba,ahora el lugar de líder le correspondería a “El Menor”.

Fuentes consultadas por Efecto Cocuyo coinciden en que el puesto como comandante de la banda delictiva de “El Conejo” sería ocupado por su lugarteniente en la cárcel de San Antonio: Yolfrank Marcano, como se hace llamar en su perfil de Facebook. Nadie sabe precisar si él llevará la batuta del crimen organizado fuera de la cárcel.

El joven aparece en la red social con armas de fuego, dinero en efectivo, botellas de whisky y con su antecesor. Se dice que Marcano es un pariente de Rodríguez Cazorla y desde 2014, cuando éste cumplió su condena, controla el centro penitenciario.

En el video grabado por uno de los reclusos del penal el 25 de enero mientras se efectuaba el velorio del expresidiario, Marcano se ve sobre el techo del recinto carcelario disparando una AK47 en repetidas ocasiones, al igual que otros internos que vestían ropa casual y no uniforme, sello del Nuevo Régimen.

Este 27 de enero la ministra para Servicios Penitenciarios, Iris Varela, anunció por el canal Venezolana de Televisión (VTV) que la cárcel de San Antonio sería intervenida, aunque no se encontraba en el cronograma reciente. Aseguró que los reclusos estaban advertidos sobre la acción, pues los videos del duelo por “El Conejo” que corrieron por las redes sociales, adelantaron el proceso de pasificación.

“Ellos ya saben que hasta que no saquemos hasta la última arma de ese penal no tendrá visitas”, aseveró Varela.

Agregó que actualmente existen 78 penales con el Nuevo Régimen Penitenciario implementado, el sistema de disciplina y humanización que la gestión de Varela creó para sanear las cárceles del país.

Efecto Cocuyo