El demoledor de los años 90: La historia criminal del terrorífico “Hernancito”

Hernancito

La muerte del grandeliga Gustavo Polidor y la situación de rehenes en Terrazas del Ávila catapultaron a un hombre como uno de los delincuentes más conocidos para la época de los años 90, se trata de Hernán Gregorio López Ortuño, alias “Hernancito”.

“Hernancito” murió este jueves a manos de funcionarios de la División Contra Extorsión y Secuestros del Cicpc en el sector La Quebradita I, en Artigas, Caracas, luego de un presunto enfrentamiento.

A las 09:30 de la mañana del 28 de abril de 1995 el grandeliga Gustavo Polidor estaba saliendo de su residencia en la urbanización Santa Mónica de Caracas, junto con su esposa y su pequeño de dos años, a bordo de su vehículo Grand Blazer, cuando fue abordado por dos delincuentes: ” Hernancito” y Marco Tulio Quintero, alias “Marquitos“.

” Hernancito” apuntó con el arma a la esposa de Polidor y a su hijo, mientras que “Marquitos” realizó lo mismo con Polidor. Luego ambos criminales le dispararon a Polidor y huyeron de la zona en otro vehículo, sin llevarse las pertenencias y el carro del grandeliga.

Polidor jugó con los California Angels (1985-88), los Milwaukee Brewers (1989-90) y los Florida Marlins (1993).

Caso Terrazas del Ávila 

El 16 de abril de 1996, fue una fecha de conmoción nacional tras una situación de rehenes que se registró en la residencia Mi Refugio, en Terrazas del Ávila. 

“Ellos quieren las tomas de televisión”, dijo para ese momento una de las rehenes María Magdalena Monagas desde el apartamento 42-A de las residencias Mi Refugio.

“Aquí están las cámaras”, dijo del otro lado el director de la Policía Técnica Judicial (actualmente Cicpc), comisario José Ramón Lazo Ricardi. “Ese es el punto de nosotros señor Lazo Ricardi”, señaló “Hernancito“. “Me disparan y disparo”, manifestó en esa oportunidad.

Los venezolanos estaban atentos a lo que ocurría en ese entonces, un hecho que duró horas y culminó con la muerte de una de las rehenes.

“Hernancito” estuvo detenido en la Penitenciaria General de Venezuela (PGV), luego le ofrecieron un beneficio de “régimen de confianza” que consistía en que saliera a trabajar y durmiera luego en la cárcel, pero posteriormente en 2015 denunciaron que había salido de la cárcel, sin conocerse el motivo.