El crimen que sacudió a Zulia: El asesinato de María Gracia y el deseo depravado para un harén

María-Gracia

María Gracia tenía varias aspiraciones que se las manifestaba a sus familiares, cuando culminara su carrera de Artes Plásticas quería incursionar en la Ingeniería Civil. También pensaba en la situación de su país, por lo que pedía para que acabara la violencia que lo arropaba

Mientras en varias viviendas zulianas familias se mantenían unidas, algunas luchando para conseguir el pan de cada día, otras cuidando de sus hijos, en una ciudad donde el sol es inclemente, donde la mirada se pierde en la costa y donde un gran puente conecta a la región con otros estados, una madre y sus hijos se mantenían impacientes, con un dolor desbordante  por la ausencia de una de sus miembros, una joven que anhelaba un futuro para ella y sus parientes y es que María Gracia Reyes SanJuan, estudiante de tercer semestre de Artes Plásticas de la Universidad del Zulia iluminaba a su familia con tan solo una sonrisa.

Aquella joven de 18 años con mirada cándida y llena de expectativas había perdido la vida en manos de dos hombres que desbordaban malignidad, uno de nombre Metid Salim Yousra y su hijo Achim Salim, ambos de nacionalidad árabe, que querían formar un harén (lugar donde residían las concubinas oficiales del amo árabe) con 100 jovencitas “que fueran vírgenes”.

Y todo comenzó

María Gracia tenía varias aspiraciones que se las manifestaba a sus familiares, cuando culminara su carrera de Artes Plásticas quería incursionar en la Ingeniería Civil. También pensaba en la situación de su país, por lo que pedía para que acabara la violencia que lo arropaba.

Aquel noviembre de 2017 en el centro de Maracaibo, Metid Salim, un hombre alto, de cabello canoso, con reloj y anillo de oro merodeaba la zona en su vehículo Chevrolet Century dorado, con cartel de taxi, su mirada se fijaba en jóvenes lozanas que caminaban por el sector luego de salir de  sus institutos educativos. Entre esas jovencitas se encontraba una de cabello negro largo, delgada, con una mirada cautivadora y una sonrisa sublime, se trataba de María Gracia.

En un puesto de venta de jugos y cigarros se encontraba María Gracia conversando con su hermano, quien atendía el negocio. A ese lugar llegó Metid cautivado por la belleza de la joven, a quien enredó  ofreciéndole un trabajo de limpieza en su hogar, donde vivía arrendado con su hijo Achim, en el sector Las Delicias de la entidad.

Luego de aplicar su poder de convencimiento por medio de la palabra  y el engaño, María Gracia aceptó el trabajo y acudió a la vivienda de Metid. Cuando se encontraba en aquella casa, la joven estudiante logró escuchar unas palabras entre Metid y su hijo, quien le decía que él no quería una domestica sino una novia, hecho que escandalizó a María Gracia, quien se fue de ese lugar para no regre

A pesar de lo que había escuchado María Gracia siguió teniendo conversaciones con los Salim por medio de Facebook.

La desaparición

A través de Facebook, Metid colocó un anuncio donde solicitaba una guía turística para su hijo, quien, según él, había regresado de Medio Oriente. María Gracia el 1 de marzo de 2018 cayó nuevamente en la trampa de los Salim para no retornar.

Ese día acudió a una supuesta entrevista de trabajo con los Salim y le pidió a un amigo que la acompañara, pero él no puedo ir y ella partió de su universidad a la 1:00 de la tarde y no regresó.

En ese momento comenzó el calvario para los familiares de María Gracia que pedían a toda costa conocer su paradero. Los rastros de aquella joven habían desaparecido, no se conocía ni una pizca de lo que le podría haber ocurrido, pero sus parientes mantenían su mirada fija en Metid, aquel hombre que le ofreció un “empleo”.

Comenzaron a escudriñar su vida por el Facebook y otros medios. Era una montaña de sensaciones y desesperación.

Aparte funcionarios de la subdelegación Maracaibo del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc)  realizaron un allanamiento en la vivienda de Metid en Las Delicias, sin conseguirlo a él ni a su hijo, se llevaron a cabo retratos hablados de ambos e interrogaron a conocidos de los mismos.

En medio de las investigaciones lograron conocer que no eran muy apreciados en la comunidad árabe, debido a que los catalogaron como “peligrosos, sádicos, estafadores y ladrones, le debían a todo el mundo”, contó a El Cooperante una fuente que maneja el caso.

Las averiguaciones llegaron hasta Mauroa, estado Falcón, debido a que Metid había vendido su teléfono a una dama de la entidad para despistar a los investigadores.  Los pesquisas conocieron que los Salim se cambiaban constantemente de viviendas que alquilaban o pedían quedarse por una noche, hasta llegaron a permanecer en una iglesia en Ciudad Ojeda. Sus malas mañas no las perdían robaban en estos lugares objetos de valor para luego venderlos y así poder alimentarse.

En medio del caso los funcionarios detuvieron el 24 de marzo a un hombre identificado como José Valera, de 23 años, quien tras el interrogatorio admitió que era parte del engaño de los Salim contra María Gracia y colaboró en la búsqueda de la joven.

El hallazgo

El martes 27 de marzo los funcionarios del Cicpc ingresaron a una vivienda, con paredes rosadas, rejas blancas, y un anuncio de “Se Vende” en la entrada, situada en el barrio San Sebastián, en el Zulia, luego de la denuncia de un fuerte hedor que provenía de la propiedad, donde se encontraban Metid y su hijo, ambos se habrían enfrentaron a la comisión resultando muertos durante el hecho.

En medio de una búsqueda por la vivienda hallaron en una jardinera, en la entrada de la casa, el cadáver desnudo de la joven, envuelto en una sábana, atada de pies y manos y con un trapo en la boca.

A María Gracia la estrangularon y medios regionales afirmaron que presuntamente abusaron sexualmente de ella, sin embargo el Cicpc no ha manifestado públicamente que la joven haya sido ultrajada.

En el lugar los pesquisas encontraron apéndices pilosos y una prenda de vestir de la joven. En la jardinería hallaron matas encima del lugar donde enterraron a la estudiante y cemento.

Se conoció además que Metid tenía tres hijas de 13, 14 y 15 años que estaban en condición de abandono en una casa hogar en la Costa Oriental del Lago. Este hombre ya tenía una acusación por violencia sexual, y se conoció que había engañado también a otra joven para que “limpiara” en uno de los lugares donde se quedaba, pero el árabe y su hijo intentaron abusar de ella, por lo que se fue del lugar y no llegó a colocar la denuncia por temor, Reseñó El Cooperante