Degüellan a anciano para robarlo

A Felipe de los Reyes, de 88 años, lo hallaron muerto con golpes en su cabeza y una herida de arma blanca que atravesaba de lado a lado su cuello

A Felipe de los Reyes, de 88 años, lo vieron con vida por última vez el pasado jueves a las 9.00 de la noche. Los vecinos del barrio Padre de la Patria, adyacente a la Circunvalación 1, lo fueron a buscar para llevarlo a la consulta médica, lo hallaron muerto con golpes en su cabeza y una herida de arma blanca que atravesaba de lado a lado su cuello.

De los Reyes vivía solo y cuidaba desde hace unos 20 años el terreno donde lo mataron . En otrora, el lugar sirvió para guardar maquinaria pesada, pero hoy solo guarda tubos oxidados y acumula monte alrededor de la pieza donde el octogenario dormía y guardaba sus cosas. Sus vecinos indicaron que la noche antes del crimen alguien robó el cable que surte de electricidad al refugio.

La comunidad señaló al “Manchas”, miembro de la banda “Los Piperitos”, como el asesino debido a que otras oportunidades el malhechor hizo estragos con la vivienda de la víctima. Aseguraron que el jueves en la tarde lo llevaron al médico porque pensaban que tenía zika y le dejaron algo de efectivo. “Llevó consigo dinero porque sabía que iba a comprar medicinas”.

La Policía estima que el crimen ocurrió cerca de las 4.00 de la madrugada. Al anciano lo golpearon con una vieja y oxidada pala, con la que limpiaba el terreno que cuidaba. Quien lo mató la colocó a un lado de las entradas de la casucha. En la punta del instrumento aún estaba la sangre del abuelo. Cuando los investigadores se acercaron vieron la cortada en su cuello.

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Aunario Marín, su jefe, explicó que de los Reyes era de nacionalidad colombiana y que hace un año lo envió a la hermana república para que terminara sus días junto a los suyos. “Solo estuvo tres semanas allá. Regresó y se instaló aquí a pesar de que no tenía nada que cuidar”. El dueño del terreno solo espera que en las próximas horas aparezca un hermano del occiso quien tenía más de dos años sin ver.

 

José Manuel Sánchez/La Verdad