A seis se elevó la cifra de detenidos por el doble homicidio de los efectivos del Ejército, sargento primero Yohan Miguel Borrero Escalona y sargento segundo, Andrés José Ortíz, quienes fueron atacados a cuchilladas a las 3:30 de la madrugada del sábado por un grupo de niños y adolescentes en situación de calle, en el bulevar de Sabana Grande.
Una hermana de Borrero que viajó desde Guanare, estado Portuguesa, de donde era natural, dijo que la policía llevó a los dos primeros aprehendidos -una adolescente de 15 años y un niño de 10 años de edad- a una especie de rueda de reconocimiento mediante la cual pudieron identificar a otros cuatro, entre 6 y 8 años, quienes habrían participado en el doble crimen.
Contó que su hermano estaba adscrito al Batallón Simón Bolívar en Fuerte Tiuna, donde prestaba servicio desde el 2008. Su compañero, también fallecido, estaba destacado en Barcelona, estado Anzoátegui, pero se encontraba de curso en Caracas hacía apenas siete días.
El viernes salieron de permiso a eso de las 8:00 de la noche pero como debían presentarse al día siguiente ninguno de los dos viajó al interior. En cambio decidieron ir la tasca restaurante Coliseo, ubicada entre el bulevar de Sabana Grande y la calle Los Jabillos, con otros dos militares amigos.
A eso de las 3:00 de la madrugada, Borrero salió a acompañar a Ortiz a fumar un cigarrillo, pero en el bulevar aparecieron dos niños que les arrebataron un bolso. “Como vieron que eran tan pequeños, corrieron detrás de ellos para recuperar sus pertenencias, pero llegaron a un punto donde se encontraron a otro grupo al que se unieron los primeros. Eran más de doce y todos tenían cuchillos”, narró la hermana de la víctima.
Los menores de edad, se fueron todos sobre los sargentos a quienes acuchillaron sin piedad. Borrero tenía varias puñaladas, pero una en el cuello fue mortal. Su amigo cayó sentado con varias heridas, unas en el pecho. Cuando apareció la GNB pudieron llevarlo con vida a un centro asistencial donde murió.
Los detenidos presuntamente conforman una banda denominada “Los Cachorros” que opera a los largo de ese sector, asaltando a transeúntes. “Es increíble que unas criaturas hayan podido cometer un crimen tan atroz. En mi hogar crecimos en medio de mucho amor. Mi mamá se esforzó para darnos educación. Yo soy abogada, mi hermana médico y mi hermano era militar. Como unos niños que hasta deben tener sus padres, pueden crecer con tanto odio”, dijo la doliente entre lágrimas.
CD