Buscan al “Basurita” por matar y violar a vecina

Jhonatan Grano, alias el «Basurita, confesó su crimen a la familia de Cristina González, juró que se entregaría a la Policía, pero escapó. Los dolientes destruyeron la casa del homicida y sus familiares robaron sus enseres. Unos 100 dolientes participaron en la venganza

A Cristina González González, de 18 años, la mató Jhonatan Grano, de 30 años, alias el «Basurita», la madrugada del pasado lunes, en el patio de una casa, en el barrio 12 de Febrero de la parroquia Venancio Pulgar. Tras varias horas ingiriendo alcohol el conocido ultrajó a la dama cuando se iba a dormir, luego le aplastó la cabeza con un bloque de concreto y su cadáver lo arrastró hasta el frente de la residencia, contaron los vecinos que hallaron el cuerpo de la víctima de etnia wayuu.

Los residentes de esa barriada ayer en la mañana explicaron que la joven reside en el municipio La Rita, con una tía, pues es huérfana de madre y padre. Cristina tiene familia en Maracaibo y acostumbraba a venir de visita uno o dos veces al mes. El viernes salió de la camaronera donde trabaja como obrera y se vino a Maracaibo, pero no llegó a casa de sus familiares, sino al hogar de su amigo Rixio que vive en el barrio 12 de Febrero.

Ambos amigos desde las 10.00 de la mañana del domingo prendieron un equipo de sonido y comenzaron a beber en compañía del vecino de al lado, Jhonatan. Los habitantes de la zona recuerdan que el trío estuvo todo el día «bochincheando», pero cuando se hicieron las 11.00 de la noche, Rixio, ebrio decidió irse a dormir y dejó a Cristina hablando con Grano. Media hora más tarde la muchacha se levantó de su silla para ir acostarse y el «Basurita» se le fue atrás.

Al parecer la acorraló contra una torre de bloques que hay en el patio de la casa de Rixio y allí la desnudó, y la violó. Su amigo no escuchó sus gritos de suplica por su estado de inconsciencia. Por la hora los vecinos aseguran tampoco haber escuchado quejidos. Cuentan que tras hallar el cadáver se enteraron que Jhonatan tomó un bloque de concreto y con eso le aplastó la cabeza a Cristina hasta dejarla sin vida.

A Rixio tras el hallazgo lo despertó un hermano. El muchacho al ver a su conocida muerta alertó a las autoridades, quienes junto a los detectives de la Policía científica llegaron a las 2.00 de la madrugada, levantaron el cuerpo, colectaron la ropa de la dama como evidencia, al igual que el bloque manchado de sangre y la trasladaron hasta la morgue forense.

El lunes a las 3.00 de la tarde, tres parientes de Cristina llegaron a la casa de Rixio buscándola y un vecino les dio la mala noticia. Pidieron la descripción de la víctima y al escucharla comenzaron a llorar. Para el momento apareció ante sus ojos el homicida de su allegada y con su cara «bien lavada» les dijo: «Les maté a la guajirita» y seguido aseguró que se entregaría a la justicia, «pero fue mentira porque huyó», expresó un residente del barrio.

Venganza

Los González González se marcharon destrozados por la pérdida. El martes regresaron a la barriada en busca de venganza por el asesinato de su pariente. Llegaron al menos 100 personas en varios camiones y destrozaron la casa donde Jhonatan vivía con su madre, la vivienda de latas de su hermana y una pieza propiedad del homicida. «Todo lo destrozaron. Además se llevaron las cosas que servían. Donde están los Grano nadie sabe», dijo una vecina.

El ataúd con el cadáver de Cristina lo colocaron en la sala del ranchito de su hermana Mariela González, en el barrio Jaime Lusinchi. «Mi hermana era buena, no tenía porque morir de esta manera. Mi hija me avisó de lo ocurrido cuando yo estaba trabajando y esto ha sido horrible. Ella era mi hermana menor. Somos siete hermanos», expresó la mujer dolida.

 

Luisana González/La Verdad