Asesinos de Hoyo de la Puerta grabaron y divulgaron video del crimen

La muerte de Daniel de Jesús Suárez Perdomo y de su esposa Rosa Verónica Castillo Acevedo fue decidida por sus secuestradores cuando se enteraron de que el hombre había sido un oficial de la Policía Nacional Bolivariana.

Suárez, de 41 años de edad, y su esposa, de 37 años de edad, fueron secuestrados por una banda que los vio junto con sus dos hijas en una panadería ubicada frente a la plaza Madariaga en El Paraíso, relató un familiar del ex funcionario que pidió el anonimato.

La familia entera fue recluida en una vivienda del sector La Montañita. Parte de la banda salió desde allí con Castillo hasta la vivienda del matrimonio, en un edificio cercano.

La idea de los captores era llevarse lo que pudieran del apartamento, y luego exigir el pago de un rescate por el hombre y sus dos hijas. Pero durante el registro en las habitaciones del inmueble los delincuentes hallaron prendas del uniforme que alguna vez utilizó Suárez cuando era oficial jefe de la Policía Nacional Bolivariana.

En ese momento cambiaron los planes del grupo cuyos cabecillas, según ese cuerpo, son conocidos como Buñuelo y Tuerto Rafael. La mujer y los hampones regresaron a la casa en la que estaban los demás cautivos. Posteriormente la mataron a tiros y metieron su cadáver en la maletera del Chevrolet Aveo perteneciente a su esposo.

Suárez y las niñas fueron llevadas hasta un retorno en el kilómetro 16 de la Autopista Regional del Centro, frente a la entrada del Club Monteclaro. Antes de ultimar al hombre discutieron sobre el futuro de las menores, de tres años y siete años de edad, respectivamente.

Finalmente se impuso el criterio de uno de los cabecillas del grupo de dejarlas con vida, pues estaba convencido de que no hablarían debido al trauma.

A Suárez lo acribillaron y luego incendiaron el vehículo con su cadáver en el interior. Toda esta escena la grabaron con teléfonos celulares y posteriormente la divulgaron mediante sistemas de mensajería.

Las niñas se quemaron las manos y las piernas cuando intentaron sacar a su padre de la cabina.

Los vecinos acudieron al lugar, atraídos por las llamas, y encontraron a las niñas traumatizadas. Una comisión de los bomberos las trasladó hasta un hospital especializado donde  quedaron en custodia de un fiscal para menores.

Funcionarios de la División contra Homicidios del Cicpc no tenían pistas sobre la identidad plena de las víctimas. Las niñas estaban desorientadas y no podían dar la dirección de su vivienda. El lunes, sin embargo, los detectives fueron al colegio de las niñas y obtuvieron los datos necesarios.

Suárez fue agente de la Policía Metropolitana y sirvió tres años en la PNB. Luego de graduarse de abogado continuó sus estudios. Egresó del cuerpo policial y fue empleado para la gerencia de un grupo asegurador. Su esposa también trabajaba como experto contable de otra empresa del mismo ramo.

Familiares y amigos de la pareja acudieron a la morgue para acompañar a los deudos en los trámites para retirar los cadáveres. Un hermano de Suárez indicó que debido al estado de los cuerpos tendrían que omitir el funeral. El entierro sería inmediato.

En las horas siguientes los criminales fueron identificados plenamente, gracias a la información obtenida de testigos y análisis de telefonía. Sus fotos están circulando junto con el video que ellos mismos elaboraron. Se cree que huyeron a la periferia de Caracas.

 

El Dato

Funcionarios de la PNB mataron a uno de los supuestos perpetradores de este crimen durante una incursión en el barrio Primero de Mayo, en El Cementerio, el lunes a las 5:30 pm.

Iván Eloy Meneses González, de 24 años de edad, fue ultimado durante un intercambio de disparos con personal de la Dirección contra la Delincuencia Organizada del ese cuerpo, que indagaban sobre el asesinato del oficial jubilado.

Informaciones de ese organismo indican que alias Negro Meneses iba con otro hombre en una moto Empire roja, placas AD313IU, en la sexta transversal de Los Castaños. Al avistar a los policías, se bajó del vehículo mientras que el conductor huyó del lugar.

JAVIER IGNACIO MAYORCA
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