A una semana del robo masivo en edificio de La Lago no hay detenidos

A una semana, el impacto en la ciudad por el robo masivo de autopartes en el edificio Karla Karolin, en 5 de Julio, sigue intacto. Tres efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) están siendo investigados por la muerte del cpbez implicado en el hurto, Gustavo Soto.

 

El oficial, junto a otros 14 hampones, ingresó la madrugada del Miércoles de Ceniza, 10 de febrero, al estacionamiento de la   residencia, ubicada en la esquina de la avenida 3E, en La Lago.

 

En dos horas, desvalijaron 17 vehículos de modelo reciente. Se llevaron computadoras, cauchos, baterías, faros, emblemas, volantes, airbags y gps.

 

El jueves, ya había primeras luces. Fuentes ligadas a la investigación informaron que “habría policías implicados en el caso, por el uso de los radios y por la sincronización”, precisó otra fuente.

 

La complicidad interna fue un elemento que también encendió las alarmas, apenas ocurrido el robo. Y, aunque aun a una semana del asalto se investiga esa línea, el vigilante privado que fue sometido con los hampones en el salón de fiestas “colaboró con el Cicpc en la elaboración del retrato hablado”.

 

Un dibujo de la fisonomía de uno solo de los asaltantes, que llevaba el rostro descubierto quien aseguró “no ser de por la zona” a sus rehenes.

 

El estacionamiento del sótano del ‘Karla Karolin’ había sido “marcado”. A tres días del crimen, el secretario de Seguridad del Zulia, Biagio Parisi, presentó el primer indicio concreto que lanzaba el foco, de nuevo, hacia policías

 

“Cuatro hombres, usando credenciales, llegaron hace dos semanas al edificio y le exigieron al vigilante bajar al sótano porque un GPS indicaba que un carro robado estaba en el lugar”, reveló.

 

“Con eso ‘marcaron’ el edificio”, detalló. Los hampones no solo vieron los modelos estacionados, sino que, además, hicieron un plano de la ubicación de los cámaras que rociaron, la madrugada del 10 de febrero, con pintura azul.

 

El domingo en la madrugada, el funcionario del Cuerpo de Policía del Estado Zulia (Cpbez), Gustavo Soto, fue llevado muerto a la clínica Zulia, en Sabaneta. Se había puesto a derecho, una hora antes, ante el Cicpc, a quien se le había escapado.

 

Lo seguían, porque manejaba una Ford Explorer, gris, que se habían llevado los hampones del ‘Karla Karolin’, y que no había sido recuperada. El otro carro robado del edificio, una Hyundai Tucson, apareció en El Varillal pocas horas después del robo.

 

La familia del policía denunció que la muerte se trata de un crimen. “Por el caso hay tres agentes del Cicpc investigados y que podrían ser detenidos en las próximas horas”, revelaron —ayer— fuentes del Ministerio Público.

 

Ante la Fiscalía,  los parientes de Soto protestaron con el féretro de sus restos. El historial de Soto no deja de presentar manchas: fue detenido en septiembre de 2015 por el “autobús de drácula” de la Guardia Nacional, por cobrarle vacuna a quienes hacían colas ante los supermercados. Ayer, se conoció una fotografía suya con  una escopeta y una piel de un animal silvestre.

 

“El video de seguridad de la clínica está siendo analizado”, precisó otro funcionario.

“No toleraremos excesos”, dijo Parisi, el domingo, ante el intercambio —informal— de señalamientos funcionarios del Cpbez y del Cicpc. “Seguimos investigando el caso”, precisó.

 

Un robo en estacionamientos que se repitió en las residencias Anna, en la circunvalación 2, y del que no hay más detenidos, ni implicados.

 

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