¿Los niños también pueden ser adictos?

adictos a la tecnología

En ocasiones, la dependencia tecnológica la inician los padres cuando acostumbran al niño a jugar con una pantalla para no molestar

Manuel Lorenzo Fernández/El Universal

La medicina, la psiquiatría y la psicología han aportado definiciones para caracterizar las diferentes aristas de las adicciones.

Actualmente, se considera a la salud como un proceso donde intervienen aspectos biológicos, psicológicos y sociales, donde estar sano y la enfermedad son también componentes de este proceso. Consideramos que la salud es un fenómeno individual y social

Un estudio realizado entre 2015 y 2016 mostró que más de 90% de los jóvenes menores de 24 años tienen teléfonos móviles y conexión a internet. Además, la mitad de ellos accede a fotografías y vídeos de contenido sexual y la quinta parte ha difundido, en alguna ocasión, imágenes de otras personas sin su consentimiento.

Y sí se puede hablar de “adicción” en pediatría. Los menores adictos a la tecnología se reconocen cuando fracasan al intentar reducir el tiempo de uso, lo que traducen en alteraciones en el ánimo. La tristeza o los nervios suelen ser las consecuencias frecuentes, lo que deriva en cuadros de cansancio, problemas oculares y problemas para dormir, entre otros.

Estos jóvenes tienen una pérdida de control, ya que siempre dedican más tiempo del que deberían o que habían previsto para conectarse.  Para que una conducta se considere adictiva se tienen que cumplir una serie de criterios: el primero es “el fenómeno de la tolerancia”, que implica que se necesita usar la variable adictiva cada vez con más frecuencia  para satisfacerse, y el segundo es el síndrome de abstinencia, que causa una alteración en la conducta al dejar el hábito.

Podríamos pensar que a edad temprana, antes de la adolescencia, los padres podemos ser inductores de conductas adictivas, utilizamos una tableta o el teléfono para calmar al niño que aprende a utilizarlo y crea una dependencia, a cambio de no molestar a los padres.

La corrección de estas adicciones deben contar con apoyo irrestricto de padres y docentes, brindando soportes con información precisa y premiación a cada logro alcanzado. Las adicciones químicas, establecidas en forma plena, requieren de un equipo multidisciplinario para lograr recuperar al paciente.

De interés

Realidad

El “vamping” existe. Los expertos han detectado un comportamiento especial. Se trata del fenómeno vamping, en alusión a los chicos que pasan noches en sus habitaciones con la luz apagada y con el móvil activo, algo que provoca que duerman poco, coman mal y tengan un bajo rendimiento académico.

Mito

La adicción infantil es inofensiva. Algunos estudios se atreven a establecer una vinculación entre patrones de adicción infantil y actitudes adictivas en edades posteriores. Las adicciones químicas, además del efecto inmediato sobre el sujeto que las consume, producirá cambios estructurales en procesos químicos requeridos para su degradación metabólica, que constituye la base de la adicción.