Dieta mediterránea y vino para combatir la demencia

Tomar una copa de  vino  diaria y seguir una  dieta  mediterránea pueden  reducir  a la mitad el riesgo de desarrollar Alzheimer.

La demencia es un síndrome que compromete un deterioro de la  memoria , el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria. Aunque afecta principalmente a adultos mayores, no respeta edad.

Según la Organización Mundial de la Salud, hay unas 47,5 millones de personas que padecen demencia a nivel mundial, y entre un 60% y un 70% de casos de Alzheimer, la causa más común de demencia.

Para evitar su progreso y también para prevenir este tipo de enfermedades degenerativas, la solución puede estar en un determinado tipo de dieta. Se trata de la dieta MIND que sus siglas en inglés significan Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay.

Es una combinación de la dieta mediterránea y un régimen para las personas que sufren de hipertensión arterial. Ésta a diferencia de otras para bajar de peso, fue concebida para combatir los síntomas de la demencia en la edad adulta

US News & World Report clasificó a DASH como la mejor dieta de 2016 y a MIND como la más fácil de seguir. Según estudios iniciales, esta última redujo en un 53% el riesgo de desarrollar Alzheimer en los pacientes que la siguieron.

La dieta MIND también fue nombrada como la tercera mejor en la categoría de alimentación saludable y la cuarta mejor para combatir la diabetes y la enfermedad cardíaca.

Este régimen se compone de alimentos que ayudan a proteger y mejorar la salud del cerebro. Incluye un vaso diario de vino, una porción diaria de alguna verdura de hoja y granos enteros. También se recomienda consumir nueces y frijoles cualquier día; pollo y berries (arándanos y fresas) dos veces por semana; y pescado una vez por semana. Además de aceitunas y aceite de oliva.

En cambio, se deben evitar los alimentos como el azúcar; la carne roja, los dulces y los pasteles están prohibidos; la mantequilla y la margarina deben ser menos de una cucharada al día; y solo una vez a la semana se permite comer queso, frituras o comida chatarra.

Cabe señalar que formar el hábito de consumir este tipo de dieta contribuirá a minimizar el riesgo de desarrollar Alzheimer. A su vez, practicar actividad física también es un complemento.

Fuente: Sabrosia