La piel es el escudo protector de nuestro cuerpo, pero además es un órgano vivo que refleja e influye en cómo nos sentimos en nuestro interior.
La sobreexposición al sol, los malos hábitos alimenticios, el tabaco, la vida sedentaria o la polución y contaminación afectan a la salud y estado de nuestra piel, provocando en muchas ocasiones un envejecimiento prematuro.
Cuando la piel no está en condiciones óptimas de hidratación y, además, dejas que los factores externos influyan negativamente en ella, el tejido se debilita produciendo inflamaciones o arrugas. Por no olvidar el efecto del sol, que envejece la piel si no se protege adecuadamente. ¡Hay que prevenir!
Las noches no están sólo hechas para salir de fiesta, son también para dormir y descansar bien. Mientras duermes la piel se regenera y se activa la hormona del crecimiento. Nada de ganar centímetros de más, esta hormona ayuda a cicatrizar las lesiones de la piel y a renovar las células. ¿Quieres lucir un rostro rejuvenecido? Duerme las horas necesarias y notarás el cambio.
Algunos trucos para cuidar la piel:
• Hidratarla diariamente: usar productos que hidraten la piel -mañana y noche- facilitará el proceso de cuidado y regeneración. Sobre todo, usa productos acorde con el tipo de piel que tengas.
• Dormir las horas necesarias -y por la noche-: dormir por la mañana no es lo mismo que descansar las siete u ocho horas recomendadas por la noche.
• Alimentación saludable: una dieta equilibrada y sana también preserva el buen estado de tu piel.
Existe la costumbre de hidratar sólo la piel del rostro. ¡Mal hábito! Hay que cuidar la piel de todo el cuerpo. La naranja, las fresas y el melón son frutas perfectas para rejuvenecer la piel desde dentro. Hacer deporte también es beneficioso para lucir una piel radiante. Y sobre todo, si quieres lucir una piel bonita, ¡olvida el alcohol y el tabaco!
Fuente: Nosotras