Cada caso de autismo es único y particular

Adriana Salinas, fundadora de la Asociación Civil de Apoyo a Niños con Autismo (Aclave), explica que lo que funciona para un niño diagnosticado con autismo no funciona para otro. «Cada caso es muy particular y existen muchos falsos diagnósticos»

Rodeado de mitos e imágenes, el autismo es un trastorno del desarrollo del que se sabe muy poco. Suele manifestarse en los primeros años de vida, presenta distintos grados de severidad, es casi cinco veces más frecuente en los niños que en las niñas y 1 de cada 68 niños tiene esta condición según cifras del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su siglas en inglés).

Adriana Salinas, fundadora de la Asociación Civil de Apoyo a Niños con Autismo en Venezuela (Aclave), explica que el autismo es una condición que no se cura, sino que se puede tratar para así mejorar la cálida de vida de la persona.

“Es importante resaltar que lo que funciona para un niño diagnosticado con autismo no funciona para otro, cada caso es muy particular y existen muchos falsos diagnósticos”, comenta Salinas quien también es mamá de un niño que presenta esta condición.

Señala que hay características puntuales que definen a un niño con un autismo y que para ser diagnosticado como tal  debe presentar no menos de ocho de estas características.

Se debe estar atento si el chico ríe sin motivo, indica necesidades llevando la mano de otro, es hiperactivo o muy pasivo, llora o se pone triste sin razón aparente, no hace contacto visual, le cuesta relacionarse con otras personas, parece sordo, tiene un apego inusual por los objetos, no tiene lenguaje y si lo tiene presenta alteraciones, tiene conductas motoras repetitivas, no siente temor ante peligros reales, tiene una aparente sensibilidad al dolor y es resistente a los cambios.

Los bebés autistas pueden pasar desapercibidos hasta el cuarto mes de vida, y desde ese momento las habilidades lingüísticas quedan estancadas. No aparecen las primeras conductas de comunicación como la miradas, echar los brazos o señalar.

Salinas señala que existen seis tipos de autismo. El clásico o de Kanner, en el que los síntomas van de leve a severo, el individuo tiene problemas en la interacción social, con la comunicación -el lenguaje está ausente en el 50% de los casos- , tiene conductas motoras inadecuadas y lo síntomas están presentes durante toda la vida de la persona.

Cuando se habla de Síndrome de Asperger es el término clínico que se utiliza para referirse con autismo a una persona que tiene un coeficiente intelectual normal o alto. No presentan retraso significativo en la adquisición del lenguaje, cognitivo, ni en el desarrollo de las habilidades en los primeros años de vida.

Sin embargo, estas personas tienen problemas en el lenguaje no verbal, no manejan empatía, ni intuición, tienen un vocabulario muy elevado, presentan una demanda constante de atención de los adultos, así como actitudes inesperadas.

De los pocos conocidos está el Síndrome de Rett que tiene prevalencia en mujeres, se manifiesta entre los seis y 18 meses de edad, desaparecen las habilidades del lenguaje, se desarrollan conductas estereotipadas y aparece el movimiento de “lavado de manos” que repiten una y otra vez.

También esta el Desorden Pervasivo de Desarrollado no Específicado que abarca a individuos que tienen impedimentos para comunicarse y conductas estereotipadas que no cumplen con la sintomatología del autismo. No desarrollan empatía y tienen problemas para el manejo de los afectos.

El Desorden Desintegrativo Infantil se conoce también como el Síndrome de Heller. Aclave apunta que este tipo de autismo muestra un aparente desarrollo normal antes de la aparición tardía, entre los dos y cinco años, de retrasos o pérdida de habilidades en el desarrollo del lenguaje, habilidades motrices y función social.

Se destaca que el niño posee conductas inusuales, pero en menor grado que un niño autista y hay un especial deterioro en actividades de autocuidado, especialmente las que se realizan en el baño.

Por último se encuentra el Desorden Múltiple de Desarrollo, se explica que son niños que desde temprana edad tiene severas deficiencias sociales y comunicativas que son características del autismo junto con alguna inestabilidad emocional y desorden en el proceso.

Aquellas personas que sospechen de autismo de algún de la familia o conocido debe acudir a los profesionales de salud indicados para tener un diagnóstico acertado y comenzar el tratamiento correcto.

Salinas indica que antes de iniciar un tratamiento en un niño autista debe conocerse su origen, al tiempo que no recomienda el uso de “medicamentos fuertes” en niños pequeños o en casos donde exista violencia o convulsiones.

Sin medicinas y alimento

Mañana se celebra el Día del Autismo y en Venezuela se conmemora con escasez. Sí, también quienes tienen autismo sufren de los embates de la falta de medicinas y alimentos que padece el país.

Para estos pacientes se recomienda seguir una dieta tradicional celíaca que es la que realizan las personas intolerantes al gluten.

Salinas comenta que la situación es muy difícil. “Son niños que requieren una dieta especial. Deben consumir alimentos que estén libres de gluten y trazas. Una paquete de pasta sin gluten, por colocar un ejemplo, pasa los Bs. 1.500”.

La situación con las medicinas y exámenes que requieren hacerse periódicamente no es diferente. “Son personas, que dependiendo del autismo que tengan, necesitan anticonvulsivos, ansiolíticos, enzimas y probióticos, los cuales no se consiguen, ninguno. No hay las medicinas básicas y tampoco hay reactivos para realizar los exámenes que necesitan”, comenta Salinas.

 

Carolina Contreras/EU