7 señales que alertan del cáncer de ovario

Se trata del segundo cáncer ginecológico más diagnosticado en el mundo, siendo bastante peligroso por la dificultad que existe para detectarlo. Se estima que en el mundo más de 250 000 mujeres mueren al año tras ser vencidas por alguna de las variedades de este padecimiento.

 

El cáncer de ovario es uno de los tipos de esta enfermedad, al que también se llama “asesino silencioso” por la manera en que se va desarrollando en el organismo.

 

Consideraciones sobre el cáncer de ovario

 

Por la gran dificultad que existe para detectarlo, tan solo un 50% de las mujeres con la enfermedad logran sobrevivir cinco años después de recibir el diagnóstico.

 

Esto se debe a que suele ser hallado en una etapa más avanzada, lo que dificulta su tratamiento. Sin embargo, si se logra detectar temprano, dicho porcentaje puede alcanzar hasta el 95%.

 

La edad no es como tal un factor de riesgo de esta enfermedad, ya que se ha demostrado que se puede desarrollar en cualquiera de las etapas.

 

Pese a esto, deben prestar especial atención las mujeres que tienen 50 años o más, ya que existe una mayor incidencia a partir de la menopausia.

 

Esta enfermedad representa el 4% de todos los cánceres que pueden afectar a la mujer, pero su tasa de mortalidad es mayor al resto debido a su detección tardía.

 

Sabiendo que su detección temprana es determinante para lograr un tratamiento exitoso, es muy importante que las mujeres se informen y conozcan aquellas posibles señales que pueden alertar a tiempo la enfermedad.

 

En esta ocasión compartimos 7 signos que por ninguna razón se deben ignorar.

 

  1. Dolor pélvico

 

El dolor en el área pélvica o abdominal se siente muy diferente al que provocan las afecciones digestivas como la dispepsia.

 

Este dolor es más parecido al que generan los espasmos menstruales y suele ser bastante recurrente.

 

Si persiste durante más de dos semanas y parece no tener un origen específico, lo mejor es consultar al especialista de inmediato.

 

  1. Indigestión

 

Los problemas de indigestión son bastante comunes cuando no se lleva una buena alimentación y se sobrecarga el organismo con comidas pesadas de digerir.

 

Es difícil pensar que este trastorno sea una alerta de cáncer de ovario, pero no se debe descartar la posibilidad.

 

Muchas pacientes ya diagnosticadas manifestaron sentir con más frecuencia gases, náuseas y otros problemas gastrointestinales.

 

  1. Pérdida del apetito

 

Perder el apetito en determinados momentos de la vida es normal. Pero que esto se vuelva una costumbre, hasta el punto de no querer comer durante días, es algo que debe alertar de la existencia de un problema.

 

El cáncer de ovario suprime el apetito y con esto genera cambios peligrosos en el metabolismo celular y lipídico.

 

  1. Distensión abdominal

 

Un abdomen inflamado puede ser el resultado de una mala digestión, una intolerancia alimenticia o algún problema digestivo.

 

No obstante, si ninguno de estos parece ser su origen y se presenta de forma habitual, entonces es mejor encender las alarmas.

 

  1. Micción frecuente

 

Muchos de los problemas urinarios están causados por virus y bacterias que generan infecciones en el sistema.

 

Sin embargo, el deseo frecuente de orinar y la molesta urgencia de tener que hacerlo de inmediato podría ser indicio de la presencia de células malignas. Este síntoma puede incluir episodios de incontinencia y dolor o ardor al orinar.

 

  1. Sensación de llenura

 

Sentir satisfacción al comer poco es muy bueno para mantener el peso controlado y evitar los excesos; sin embargo, cuando el cuerpo no está acostumbrado, es muy difícil que se dé esa saciedad.

 

Una persona que come bien, pero de repente empieza a sentirse satisfecho desde los primeros bocados, debe alertarse sobre este cáncer.

 

Aunque no es tan común en las primeras etapas de la enfermedad, la “saciedad temprana” aparece inevitablemente cuando el tumor se ubica en el epiplón, superficie del estómago.

 

  1. Dolor lumbar

 

Sentir un dolor punzante y persistente en la zona lumbar podría ser un indicio de cáncer de ovario. Esta dolencia puede tener muchos orígenes, razón por la cual es importante una evaluación médica.

 

Fuente: Mejor con salud