11 grandes mitos sobre el ejercicio que hay que derrumbar

Diego Funazzi, licenciado en alto rendimiento  deportivo , reveló a Infobae qué hay de verdad y qué de mentira sobre algunos lugares comunes del universo fitness, referidos a la  alimentación  y los ejercicios.

1 – Transpirar es sinónimo de  adelgazar

Falso. Sudar es un mecanismo controlado principalmente por el sistema nervioso para mantener la temperatura del cuerpo . Cuando se realiza ejercicios o durante los días de mucho calor, ese proceso de deshidratación es lo que permite que el cuerpo no se recaliente, lo que traería consecuencias severas.

«La transpiración no quema grasas. Es verdad que a veces luego del ejercicio la persona puede pesar menos, pero eso no significa que sea por haber adelgazado. Es una reducción de peso ‘mentirosa’.  Solo  eliminó kilos que tenía ‘en agua’, por lo que cuando vuelva a hidratarse los va a recuperar. Si no fuese así, la gente bajaría de peso solo por tomar sol», explicó Funazzi.

2 – Para aumentar la masa  corporal  se deben consumir muchísimas proteínas

Falso. Existe una gran discusión sobre la ingesta de proteínas en función del aumento de la masa muscular: las proteínas están relacionadas con el ejercicio, aunque eso no significa que sean el ‘alimento’ principal de los músculos.

«Si bien es cierto que la proteína se encuentra en grandes proporciones en el tejido muscular, está científicamente comprobado que la proteína interviene solo un 10 por ciento en la actividad física. Al ser una fuente de combustible de muy alta calidad, el organismo tiende a reservarla y utilizar en mayor medida el glucógeno proveniente de los hidratos de carbono o la grasa. Por lo tanto, el aumento de masa muscular está más relacionado con el consumo de glucógeno como fuente de combustible y no de proteína», dijo.

«En el caso de buscar definición de los diferentes músculos, como la hacen los físicoculturistas, entonces sí pensaría un plan nutricional basado en la proteína, pero no para el aumento de la masa muscular».

3 – La grasa que se come se acumula en el cuerpo

Verdadero. «Sí, nada que agregar. Si bien la grasa también es una fuente de combustible disponible para la actividad física, jamás nadie con sentido común recomendaría un plan nutricional basado únicamente en el consumo de grasa».

4- Los ejercicios aeróbicos ayudan a agilizar el metabolismo

Verdadero. «No solo los ejercicios aeróbicos, todos los ejercicios con sus características e intensidades ponen en funcionamiento el metabolismo. Lo curioso es que el metabolismo funciona mucho mejor luego de la actividad física, por lo tanto es muy importante saber qué tipo de alimento consumir.»

«Si la intención es bajar de peso, ingerir alimentos con contenido graso interrumpiría el metabolismo y todo lo hecho en la actividad perdería sentido, tal vez lo correcto sería consumir un yogurt descremado con alguna fruta», agregó Funazzi.

5 – El consumo de carbohidratos engorda

Falso. Es casi una leyenda urbana con vida propia, una de las más populares con respecto a la alimentación.

«Este mito pone de manifiesto la poca información sobre aspectos nutricionales que la gente posee. Se pueden ingerir todos los carbohidratos que uno quiera. Si pensamos en un plato de fideos, por ejemplo, se pueden comer todos los platos que uno quiera. Lo que sucede es que si se los combina con las salsas y diferentes tipos de carne vacuna, entonces sí ese plato atentaría contra las intenciones de bajar de peso, no porque los hidratos ayuden a aumentarlo, sino por todo lo que complementa el plato. Una buena solución sería comerlos con un chorrito de aceite».

6 – Las mujeres que levantan pesas toman ‘apariencia masculina’

Falso. Muchas mujeres rechazan los ejercicios con carga, porque temen que su cuerpo se asemeje más al de un hombre.

«Existe una relación directa sobre tres componentes que tienen que ver con las características del ejercicio, la carga a desplazar y la cantidad de repeticiones. Desplazar cargas no siempre implica desarrollar músculos al punto de alcanzar características masculinas. En cambio, la utilización de anabólicos esteroides sí, son culpables de generar dichas características».

7- Después de un entrenamiento exigente, es necesario una dosis extra de vitaminas

Verdadero. «Luego de un entrenamiento extenuante es necesario restablecer los niveles energéticos a sus parámetros normales. El rendimiento físico depende de un plan nutricional adecuado y del descanso para restablecer los niveles energéticos normales».

8 – Fajarse y hacer abdominales son la única manera de reducir el abdomen

Falso. Una imagen que se repite en muchos gimnasios y plazas: personas con fajas -muchas veces plásticas- con el objetivo de ‘bajar la pancita’.

«Para reducir el abdomen sería más adecuado realizar actividad aeróbica. Una manera de hacerlo es trabajar de manera constante la zona abdominal debido a que el fortalecimiento de la zona media lumbar y abdominal (core) es muy importante».

«Por otro, el trabajo de las diferentes zonas abdominales darían tono y fortalecerían el grupo. Reducir la zona abdominal solo con trabajos de fuerza no es imposible, pero el entrenamiento en función de tal objetivo sería demasiado complejo para una persona con falta de hábito».

9 – El café ayuda a mejorar el rendimiento

Falso y verdadero. «Todavía no se sabe a ciencia cierta la incidencia de la cafeína en dosis normales sobre el rendimiento físico, de hecho el Comité Olímpico Internacional lo considera doping, pero solo en muy altos porcentajes».

10- Las personas con osteoporosis no deben hacer ejercicios de impacto

Verdadero. «Totalmente de acuerdo. Además, las mujeres que superan los 35 años de edad deben hacerse una densitometría urgente para evitar complicaciones».

11 – Sin dolor, no hay ganancia

Depende. «Estoy de acuerdo… pero solo para el alto rendimiento, solo una medalla justifica tal afirmación. Para el resto de los mortales solo diversión y sacrificio dentro de los parámetros normales».

Fuente: Derf