David Bonyuet: A paso de Abusones

El clan de los Flores junto al cartel de los Soles son los grupos criminales y mafiosos más perversos del Estado. Sus miembros familiares gozan de escoltas y abusan de los recursos del Estado sin cumplir ninguna función pública. Solo falta que la primera combatiente diga que su familia solo tiene buenas intenciones… buenas intenciones de abusar, robar, saquear y matraquear todo lo que pueden. La enseñanza de Chávez fue de corrupción a paso de campeones.

 

Los ejes del mal se apoyan mutuamente y no es de extrañar. Vladimir Gessen denunció recientemente que en Venezuela “el eje criminal maneja una economía 4 veces mayor que el gobierno”, hay demasiado dinero en juego. No solo es la  monumental corrupción y aprovechamiento ilícito de los bienes del Estado en actividades criminales, también está el apoyo a connotados grupos terroristas del mundo. Ha salido a la luz pública como en los recientes ataques en Bélgica uno de sus miembros tenía visado venezolano, reforzando las previas evidencias de extremistas con pasaporte diplomático venezolano.

 

El apoyo logístico, ideológico y financiero del chavismo con estos ejes del mal es irrefutable. El innombrable hizo campaña para declarar a los asesinos de las FARC como grupo beligerante.  Pero su mayor plasta fue devolverle a los Castro la noción de Estado «legal», al punto que ahora incluso tristemente Estados Unidos reconoce. Cuba violó el embargo de armas de Naciones Unidas a Corea del Norte al enviar, a través del Canal de Panamá, varias toneladas de armamento que tenía como destino el régimen de Pyongyang, escondido en un barco interceptado. No hay duda que Cuba y las autoridades chavistas han traficado todo lo ilegal (desde armas, petróleo venezolano regalado, etc).

 

Ya es normal las denuncias de buenandros con armas de guerra emboscando a la policía, que se quedan sin municiones y son superados fácilmente por el grupo hamponil. Las guerras entre bandas es de tal magnitud que ni la policia, ni el ejército quieren intervenir. Cuando Aristóbulo dice “hubo 21 saqueos y 22 secuestros en semana santa”… parece que quiere decir que ellos van ganando.  Estamos desamparados en manos del des-gobierno de hampones. Freddy Bernal admite que “hay que tomar policial y militarmente los corredores de la muerte de Caracas”, pero uno no sabe si se refiere a tomar los barrios en donde están los colectivos armados o se refiere a tomar los pocos reductos de policías justos que todavía quedan en pie.

 

Por allá en Suiza han tenido que salir a investigar la lavadora de dinero en que se ha convertido PDVSA.  Nadie entiende como Maduro y sus secuaces pueden vender todo el oro de la nación sin ningún tipo de control. ¿A dónde nos están llevando esos desgraciados?  Ni la Fiscalía ni la Contraloría, ni el Ministerio Público, ni el TSJ se han enterado que están saqueando a toda la nación… ¿o será que están llevando su tremenda tajada en todos esos guisos?  ¡El motorcito del saqueo funciona a millón!   El colmo de la política productora de Maduro es que el BCV le debe a su proveedor de billetes más de 260 millones de dólares; ahora entendemos todo: ¡exportaremos deuda!

 

Los politiqueros que criticaron La Salida ahora andan dando vueltas entre la indecisión y el conformismo.  En todo el país se siente el legado: sin comida, sin agua, sin electricidad, sin justicia, sin solución.  Los políticos están perdiendo la oportunidad de guiar al país a una Venezuela mejor y prefieren entretenerse en la diatriba diaria del caminar derechito pero bien despacio. Con dos pasitos pa’lante y uno para atrás, el ciudadano común no ve La Llegada.

 

El problema no es la frontera, ni Tumeremo, ni el Playón, ni la Cota 905, ni el Valle, ni el Cementerio. ¡El problema no es Venezuela! La gran verdad es que en un gobierno de criminales no se puede esperar más que actos criminales. Si no nos unimos ahora para sacarlos a todos, ellos irán y nos atropellaran uno a uno por separado. ¡A paso de abusones nos estan liquidando!

 

Hijos de Venezuela: ¡el momento es ahora!  Nuestro himno lo grita en su estrofa: ¡muera la opresión!

 

David Bonyuet   @DBonyuet