Zulia suma 17 femicidios en los últimos seis meses

Un coctel de drogas y alcohol en exceso dieron paso al asesinato de Franchesca Carillo, de tan solo 13 años. En la oscuridad de la noche del 25 de febrero seis jóvenes le quitaron las aspiraciones al golpearla sin compasión en la cabeza para violarla y arrastrar su cuerpo a una acera del barrio José Gregorio Hernández. 

Ella engrosa la lista de las mujeres asesinadas en el Zulia, pues en  los últimos seis meses, 17 femicidios han sacudido al estado y han marcado con dolor a sus parientes. El año pasado se registraron 36 asesinatos de mujeres ejecutados por hombres en el Zulia, según un vocero del Cicpc. En promedio fueron tres asesinatos por mes.

El crimen de Franchesca paralizó el barrio José Gregorio Hernández. Foto: Leonel Sandrea

 

 

De esa cifra, la mayoría de las víctimas fue asesinada a manos de sus parejas o de  desconocidos, y aunque no hay perfil psicológico para determinar un patrón femicida, sí hay elementos conductuales— que comienzan desde el noviazgo o la convivencia—  que pueden ayudar a encender las alarmas.

“Ese hombre, Lebenzon Nacit, le llevaba comida al trabajo a mi hija Lisbeth y le hacía breves visitas cuando eran pareja. Se comportaba bien, pero fue calculador cuando quiso matarla porque lo dejó y él quería quedarse con un terreno”, es la frase de lamento  con la que Handenson Rincón rememora el caso de su hija, asesinada el 6 de noviembre presuntamente por el hombre quien le alegró la vida por un año y que después se convirtió en su verdugo seis meses después de  terminar  el noviazgo.

El cuerpo de la joven, de 24 años, apareció en estado de descomposición semienterrado en una playa de La Cañada de Urdaneta.  Según datos aportados por vocero de la policía científica, en 2015 se perpetraron 30 crímenes con arma de fuego, mientras que los otros seis con arma blanca y objetos contundentes; y acotó que febrero fue el mes más violento, con 11 víctimas. Nacit sigue prófugo.

Ante crímenes como los antes mencionados, el sociólogo y director de la línea de investigación Violencia y Sociedad en el doctorado de Ciencias Humanas de LUZ, Alexis Romero, indica que estudios recientes arrojan que el homicida, en su mayoría, tiene un vínculo afectivo con la mujer.  En 2013, la ONU publicó en su estudio mundial sobre homicidios que un 47%  todas las víctimas femeninas durante el 2012 fueron asesinadas por sus compañeros íntimos o familiares.

El novio de Gaudy Aroca fue su homicida. La golpeaba con frecuencia, dijeron familiares el día después del crimen, en octubre de 2015. Sigue prófugo.

 

 

Una de cada tres mujeres en el planeta es asesinada cada año por su compañero sentimental o miembro de su familia, quienes se suponen deben amarlas y protegerlas, según ONU Mujeres. Una fuente del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) detalla que en el Zulia “en los homicidios de mujeres, por lo general, se manejan dos móviles: el pasional, en el que su pareja no acepta errores, confrontación o que no asimila que la relación llegó a su fin. Y la venganza. Ahora ha tomado auge que la esposa de un delincuente se está convirtiendo en blanco. Asesinan a la mujer para ‘cobrar’ el impase que tengan”.

Añade que la mayoría de los femicidas no cuenta con estudios y son de bajos de recursos económicos, aunque el crimen contra mujeres se da en todos los estatus. El informante agrega que los asesinos, frecuentemente, son hombres jóvenes que no superan los 35 años. Este patrón  lo explica el especialista Romero, “porque durante esta etapa el ser humano es más impulsivo”.

El sociólogo indica que a estos estándares se le suma la intolerancia, pues se convierte en una causa de agresión que, al rebasar los límites, culmina en femicidio: “El femicida no acepta la confrontación por parte de su víctima, por eso es importante evaluar las señales, el comportamiento de las parejas en la cotidianidad y sus respuestas ante las situaciones y conflictos. El asesinato ocurre cuando hay una explosión de ira ante la imposibilidad de soportar un enfrentamiento y es cuando el hombre reacciona con lo que tenga: con las manos (asfixia), pistola, machete o bate”.

“Durante las investigaciones de los femicidios, nos hemos topado con que en las zonas rurales los crímenes, mayormente, se perpetran con objetos contundentes y armas blancas, mientras que en las ciudades las mujeres mueren por arma de fuego. El año pasado 30 femicidios  se perpetraron con arma de fuego, mientras que los otros seis con arma blanca y objetos contundentes”, reveló el informante del Cicpc.

A esto se le suma, que Maracaibo es el municipio zuliano con mayor número de víctimas con 15 mujeres muertas; seguido por San Francisco (5), Cabimas (4), Baralt (3), Colón (2), Lagunillas (1), Valmore Rodríguez (1), Simón Bolívar(1), Jesús Enrique Lossada (1), La Cañada de Urdaneta (1) y Catatumbo (1), según el Cicpc.

“El Monstruo de Santa Rosa”, Manuel Espinoza, mató y violó a su pareja, Greily Ortega y a sus tres hijastros. No ha sido capturado. Foto: Leonel Sandrea

 

Los signos de alertas son las agresiones verbales y  psicológicas, las amenazas.  “El homicida puede ser un sujeto ofensivo, intolerante y déspota en situaciones cotidianas”, según advierte el sociólogo Romero; sin embargo, el Cicpc sostiene que “el hombre más tranquilo puede ser el más peligroso. Hemos tenido casos en el que el hombre llora desesperadamente porque la amaba demasiado y no quería matarla, que no supo manejar su rabia”.

Recientemente, el Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (Cpbez) informó que los días de mayor número de denuncias de violencia de género o femicidios ocurren los sábados, domingos, lunes y los “puentes” por días feriados. Hechos en los que muchas veces los niños y adolescentes son espectadores y, en definitiva, resultan ser los más vulnerables.

Ante el crecimiento acelerado de los asesinatos de mujeres en el país, Venezuela se sumó en 2014 a la lucha contra este flagelo, al modificar la legislación y penar entre 15 y 30 años de cárcel al hombre que dé muerte a una mujer por su condición.

Aunque hay un claro esfuerzo por proteger a la mujer, resulta necesario que sean ellas se  impongan en su defensa, pues las consecuencias de la violencia de género y del  asesinato se extienden a  sus hijos.

Por ahora, los homicidas de  Greisy Ortega, Gaudy Aroca, Nancy López,  Ana Gabriela Meleán y Lisbeth Troconis siguen prófugos. El homicida de Franchesca Carrillo fue detenido en tiempo récord. Los familiares esperan justicia y la prisión de los hombres que, con su accionar criminal, llevaron a esas mujeres a engrosar las listas de femicidio en el Zulia.

 

Marian Chávez Castro/Panorama