Una calamidad: Más de 11 horas sin luz han pasado los zulianos este miércoles

Hasta 11 horas sin luz han padecido los zulianos, este miércoles, luego del apagón registrado a las 4:20 de la mañana.

Sectores como Sierra Maestra, Pomona, San Jacinto, son algunas de las áreas que seguían afectadas pasadas las 3:00 de la tarde, entre los nueve municipios afectados por la falla eléctrica.

Una falla en la subestación El Tablazo dejó sin fluido eléctrico a nueve municipios del Zulia, desde la Guajira hasta Machiques, “por la caída de una línea de 400 Kv”, informó el secretario de Asuntos Eléctricos de la Gobernación del Zulia, Juan Carlos Boscán.

“Hubo una falla en la línea de transmisión de Yaracuy a El Tablazo. La caída de la línea de 400 Kv nos aisló del sistema eléctrico nacional, ‘arrastró’ la generación propia y se produjo el apagón”, informó Boscán.

La recuperación de la carga en los circuitos es paulatina. “Cuadrillas de Corpoelec y de la Gobernación están trabajando. No se produjeron novedades adicionales”, agregó.

Los municipios afectados son Guajira, Mara, Almirante Padilla, Maracaibo, San Francisco, Jesús Enrique Lossada, La Cañada, Rosario y Machiques de Perijá, especificó Boscán.

El apagón produjo, más tarde, una falla en un transformador de la subestación San Felipe, en el municipio San Francisco. Boscán explicó que  “Se trata de un transformador de servicios adicionales. Estamos trabajando en el sitio”.

En el hospital Central de Maracaibo se vieron obligados a cerrar la emergencia.  “Le agradezco al todo el personal presente en esta área favor desalojarla. La emergencia está cerrada, no hay luz. Retírense por favor”. El llamado lo hizo el portero de la entrada al servicio  de atención a emergencias de adultos del Hospital Central, doctor Urquinaona, en el centro de Maracaibo, la mañana de este miércoles 18 de abril, cuando la ciudad se encontraba sin electricidad tras el apagón general que comenzó desde las 4:00 de la madrugada.

Más distante, dentro de un vehículo estacionado muy cerca de la entrada, la señora Ana Pérez soplaba con un pedazo de cartón a su madre enferma, del mismo nombre, para darle un poco de ventilación bajo el inmenso calor de la ciudad a esa hora, mientras esperaba atención médica.

“Nos mandaron para otro lado porque no nos van a atender, pero yo no me voy hasta que atiendan a mamá. Ella está muy mal de una úlcera contaminada en una pierna y necesita atención urgente”, manifestó la mujer.

Comercios paralizados

La mayor parte de la actividad comercial no había podido abrir sus puertas y los trabajadores permanecían a las fueras esperando el regreso de la luz.

Las refrigeradoras de los pequeños y medianos comercios quedaron apagadas con el riesgo de que se dañen los alimentos que requieren congelación.

La falta de punto de venta afectó también cualquier posibilidad de comprar medicamentos o alimentos, todo con el agravante de la falta de efectivo.

Bancos abarrotados

En los bancos las colas eran más largas de lo normal porque estaban cerrados pasada las 8:30 am.

Colas interminables de pensionados, esperanzados en poder cobrar la pensión, estaban instaladas a las afueras de los bancos desde la madrugada, pero sin esperanza de poder cumplir con el cobro con el agravante del apagón.

Gasolineras con largas colas

Largas filas se observaron también en las gasolineras que no estaban despachando combustible por la misma causa.

Normalidad cero en comunidades

En hogares de sectores como Las Veritas, Belloso, 5 de Julio, Tierra Negra, Santa Lucía,  El Saladillo, Pomona, o 18 de octubre,  muchas familias “agarraban fresco” frente a sus casas.

En edificios, muchos optaron por quedarse en los apartamentos de los pisos altos porque los ascensores no funcionan.

Miles de vecinos y conserjes de condominios montan guardias ante los portones eléctricos que tuvieron que ser desactivados para entrar y salir manualmente. Todo, por la inseguridad que pone en peligro las residencias.

El apagón también dejó sin agua a comunidades que solo tienen servicio porque utilizan bombas hidroneumáticas.

Otras viviendas y apartamentos, que a falta de servicio de gas, han tenido que instalar cocinas eléctricas, también se han quedado sin poder preparar la comida.

 

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