“Un pequeño infierno”, así es la cárcel donde está el “Monstruo del modelaje”

«Allí tienen que dormir unos encima de otros y se cuenta de enfermedades contagiosas y de pésimas condiciones de vida».

Adolfredo Matos, el “Monstruo del modelaje”, se encuentra recluido en el Establecimiento Penitenciario de Riohacha, capital del departamento de La Guajira, en Colombia, “la más sobrepoblada del país”.

Mientras aguarda por su juicio por explotación sexual, Matos debe convivir con 600 reclusos en un espacio limitado para 100 personas.

La cárcel se trata de un “pequeño infierno. Es la más hacinada de Colombia, hay 600 reclusos y solo tiene capacidad para 100. Allí tienen que dormir unos encima de otros y se cuenta de enfermedades contagiosas y de pésimas condiciones de vida”, expresó la periodista Sandra Guerrero, corresponsal en Riohacha del diario El Heraldo, de la costa colombiana con sede en Barranquilla, al diario Panorama.

Guerrero indicó que el “Monstruo del modelaje” se encuentra esperando el lapso de hasta 90 días que establece la justicia colombiana como fecha para su nueva audiencia, ya que en la anterior fue la de “legalización de captura, en la que el juez recibe al detenido, lo imputa y decide si lo recluye en una cárcel o lo envía a su casa”.

EXIGEN LA LIBERACIÓN DE LA MADRE DE ADOLFREDO MATOS

Por otra parte, mientras Adolfredo Matos sigue en Colombia, este viernes los residentes del barrio Las Marías, de la parroquia Raúl Leoni, donde vivía el sujeto en Venezuela exigieron a las autoridades liberar a Fanny González, puesto que ella no puede pagar por los errores de su hijo.

“La noticia de que acusaban a nuestro vecino de violador nos cayó de sorpresa. Si él realmente ultrajó a estas pequeñas, entonces es una alegría que las autoridades colombianas lo hayan atrapado. Que su madre esté presa es una injusticia, porque uno no tiene culpa de lo que los hijos hacen“, comentó Marlene Villalobos, habitante del sector desde hace 25 años, de acuerdo a lo reseñado en el diario La Verdad.

Asimismo, un comerciante de la zona indicó que cuando se descubrió lo que hacía Matos “sentimos miedo porque la Policía venía al barrio a diario y cuando Adolfredo se fugó revisaron casi todas las casas a la fuerza”.

Panorama/La Verdad