Mujer que perdió su hijo porque necesitaba cesárea y fue ruleteada por hospitales sigue en terapia intensiva

Luisa Dávila y sus hijos están en el mismo lugar, en la entrada del Hospital Uyapar, desde el jueves de la semana pasada. Con caras lánguidas, ojeras y dolor, comparten una botella de refresco de dos litros a la espera de noticias de su hija y hermana, Anyileth Dávila, que está en terapia intensiva desde el domingo.

La mujer de 27 años, que ahora lucha con la muerte, y su familia vienen de Piacoa, estado Delta Amacuro. Llegaron el jueves de la semana pasada a Ciudad Guayana a buscar ayuda médica, toda vez que controlaba su embarazo en San Félix por la falta de asistencia sanitaria en su pueblo. Anyileth necesitaba una “cesárea de emergencia”.
Eso le dijeron en la Maternidad Negra Hipólita, desde donde la remitieron al Hospital Dr. Raúl Leoni de Guaiparo, por falta de insumos. Allí tampoco la aceptaron y Uyapar fue la última opción para atender los dolores de la joven con ocho meses de embarazo que iba a dar a luz a su primer hijo.
No fue recibida el jueves, ni el viernes, ni el sábado. Al cuarto intento, el domingo, “tenía unos dolores que no aguantaba más y entonces, después que la vieron, dijeron que el bebé se había muerto”. Desde entonces, Anyileth está en terapia intensiva en Uyapar, por la infección que causó la muerte de su hijo.
Sus parientes se turnan para visitarla, pues solo puede entrar un acompañante a la vez. Pasan trabajo a las afueras del centro médico. Se turnan también un lugar en el banco de cemento que hay para que se sienten quienes esperan.
No quieren declarar más, temen que a su hija no la atiendan más en la sala de terapia intensiva si “seguimos insistiendo con la prensa”, dijeron. Por ahora, Anyileth sigue respirando, encerrada en cuidados intensivos, mientras su familia resuelve por fuera los exámenes de sangre, medicinas y pañales.
CC