Según reportan medios regionales, una niña de la etnia Jivi, del estado Bolívar, específicamente en el municipio Cedeño, murió envenenada tras ingerir comida de la basura. Según reseñó Radio Fe y Alegría, la pequeña de ocho años y su padre comieron un pedazo de pan que sacaron de los desechos, ambos se vieron afectado, y aunque recibieron atención médica, la menor no pudo salvarse.
Las monjas de una escuela en Morichalito denunciaron esta situación, al tiempo que esperan crear conciencia, ya que muchas personas están buscando entre la basura para alimentarse.
“Es mucha la necesidad de alimentos, entonces los niños de las comunidades indígenas se están viniendo al botadero de basura, a buscar entre la basura qué comer” contó la madre Socorro, docente de la escuela Fe y Alegría Carmen Salles.
La crisis por comida sigue cobrando vidas de infante. La semana pasada fue el turno de un niño de un año de edad, quien murió por desnutrición. El pequeño habitaba en Brisas del Sur, San Félix. En 2016, entre julio y agosto, dos niños también murieron por desnutrición en ese mismo barrio de San Félix, como está ocurriendo en otros estados de Venezuela.
CD
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