La Corporación de Industrias del Norte de China, Norinco, vendió nuevas unidades al Gobierno de Venezuela para reprimir a manifestantes opositores que llevan 69 días en la calle.
La denuncia la realizó el dirigente opositor venezolano Henrique Capriles, quien aseguró que arribaron al país caribeño “unidades (tanquetas) y equipos” para “reprimir” las protestas. “Atención: Arribaron hoy a Puerto Cabello (Carabobo) procedente de China nuevas unidades y equipos para la represión del pueblo venezolano!”, aseguró a través de una serie de mensajes en Twitter.
El gobernador del estado Miranda manifestó también su “indignación” con el Gobierno de China y calificó de “inaceptable” que el país asiático “venda equipos para reprimir al pueblo” venezolano cuando el país caribeño atraviesa la “más grave crisis alimentos y medicinas de la historia”. Según Capriles, al país llegaron 150 “nuevos vehículos Norinco orden público (tanquetas)” que, afirmó, serán trasladadas a Caracas durante la noche de este jueves.
La empresa a la que se refiere el opositor produce vehículos, maquinaria, equipos óptico-electrónicos, equipamiento para campos petrolíferos, químicos, productos de industria ligera, explosivos, armas y municiones para uso civil y militar. También elabora sistemas de ataque de precisión, equipo y armas de asalto anfibio, sistemas de armas de supresión de largo alcance, sistemas antiaéreos y antimisiles, visión nocturna, bombas de vacío, equipos antiterroristas y antidisturbios y armas pequeñas.
Esta empresa ya ha prestado sus servicios a Venezuela, con los productos antiterrorismo y antidisturbios, como los vehículos VN-4, WTC-1 y los ABV-1. La venta de productos a otros países de África, Europa Oriental, América Latina, Asia Meridional y el Sudeste Asiático, constituyen una parte considerable de su negocio. Según reseña Strategies Consulting, después de Tailandia, se estima que Venezuela es el segundo importador de gran talla para el mercado de armas chinas. “Norinco ha usado a Venezuela como un trampolín para probar sus equipos militares y de esta manera ganar ‘experiencia de combate’ para competir en el mercado internacional de armas”.
En los últimos años, China y Rusia se han convertido en los principales sostenedores de la golpeada economía de Venezuela, con créditos superiores a los 55.000 millones de dólares, de los que nueve décimas partes fueron extendidos por Pekín.
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