Por mucho esfuerzo que altos funcionarios del Gobierno Nacional realicen para maquillar las cifras, para dar la impresión de que se han cumplido las metas del millenium, no se puede tapar el sol con un dedo. La realidad es que el pueblo tiene hambre, y la escasez de alimentos y la inflación que ha disparado el costo de la vida, obliga a niños a comer restos de basura en Venezuela.
En un video aficionado que nos envía un cooperante, se puede ver a una madre con cuatro menores de edad, hurgando en los desechos sólidos de los vecinos de la urbanización San Jacinto de la ciudad de Maracay, estado Aragua, para poder “alimentarse”.
¿Socialismo?
Nos comenta la fuente que en la misma calle donde fue grabado el material audiovisual, se encuentra apostada, de manera permanente, una alcabala de la Guardia Nacional (GN), custodiando la residencia del ministro de Fronteras, el General Gerardo Izquierdo Torres.
El Cooperante