La desgarradora confesión de una abuela que llevaba a su nieta a encontrarse con su mamá en Perú

“Le violaron los Derechos Humanos a nuestros niños”. Fue esa la frase con la que Mari Salcedo describió lo que han tenido que pasar los más de 80 niños que fueron retenidos en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía (Iaim), tras la anulación de sus pasaportes y la cancelación de un vuelo privado de la compañía aérea Avior que los llevaría a Perú. Algunos niños y niñas iban al país a reencontrarse con sus padres y otros a buscar medicamentos para sobrevivir.

El viaje, que fue costeado por la ONG Unión Venezolana en Perú, “recaudó fondos mediante una campaña de microfinanciamiento“. Pero ya pagado, fue cancelado el viernes, 15 de diciembre, por las autoridades de migración del principal aeropuerto venezolano, según denunciaron familiares de los infantes. “En total eran más de 130 personas (las que viajarían) incluyendo a los adultos. Nos chequearon y todo iba bien hasta que nos pasaron a la espera”, relató Salcedo.

Al ser pasados a esperar, los funcionarios de migración le explicaron a los representantes de los chicos y chicas que los permisos de viaje eran “fraudulentos” y procedieron a anularles el pasaporte a cada uno de los viajeros.

Mari Salcedo, habitante de Porlamar, estado Nueva Esparta, con lagrimas en los ojos contó a Efecto Cocuyo, las penurias que ha tenido que pasar tras la cancelación del vuelo. “Yo iba a viajar con mis cuatro nietos, de ellos uno tiene síndrome de asperger, y otro hiperactividad severa. Me quedé sin pasaje, sin dinero para comprarle comida a los niños; comimos ayer a las 2 de la tarde porque una señora me compró cuatro arepas. Yo dije que iba a pedir porque yo no me voy dejar que mis nietos se mueren de hambre. No nos han dado agua, ni la gente de migración, ni la Lopna, ni los del Ministerio Público“.

Los niños y demás pasajeros pasaron la noche en el suelo del segundo piso del aeropuerto de Maiquetía, frente a la feria de comida. Pasadas las 12 de la media noche fue que las autoridades comenzaron a entregarles a los niños a sus representantes, aseguró Salcedo, quien ademas indicó que se quedaría hasta la 1 pm de este domingo, 17 de diciembre, en el aeropuerto “para ver qué nos van a resolver”.

“El medicamento para frenar las convulsiones de mi hija se acaba en una semana”

Juli Tese, oriunda del estado Trujillo, iba a viajar con su hija de 17 años de edad. “Teníamos días programado este viaje. Mi esposo y mi hijo nos están esperando (en Perú).  Ellos tienen casi un año por allá y yo quería irme a quedarme unos días para pasar las navidades con ellos. Mi hija tiene síndrome convulsivo agudo y quería ir a Perú a comprarle el tratamiento que aquí no se consigue (Tegretol). Solo me quedan dos frascos y me duran una semana” cada uno.

La señora Tese, aseguró que pagó 5 millones a un taxista para poder venir desde Trujillo hasta Maiquetía, porque no pudo conseguir pasaje en autobús. “Ahora, el mismo señor que me trajo en el taxi, me cobrará dos millones para regresarme, perdí siete millones. Yo no me imaginé que esto iba a pasar”.

Los que serían representantes de los niños que viajarían sin sus padres, fueron detenidos por las autoridades del Iaim. A las 12 pm de este sábado, Efecto Cocuyo pudo observar cómo funcionarios identificados con el uniforme de la Policía Nacional Bolivarina (PNB), se llevaban a tres mujeres, quienes según los testigos eran las personas organizadoras y que pertenecían a la ONG Unión Venezolana en Perú.

“Mi nieta quedó con ganas de ver a su mamá en navidad”

Marlix Flores, de 49 años de edad, residente de Puerto Ordaz, estado Bolívar, aseguró que iba a viajar a Perú porque tiene más de un año que no veía a su hija que emigró al país andino. “Íbamos a pasar navidades por el tiempo que nos diera migración. La única escusa que nos dieron es que hubo permisos fraudulentos de algunos niños. Yo hice todo la tramitación de la documentación de mi nieta, legal. Todo estaba al día. Quedamos aquí varados con tristeza. Pienso irme así sea por carretera”.

Flores contó que tuvo que pasar la noche en el aeropuerto porque no tenía a dónde llegar y no tenía ningún familiar en Caracas. “Mi hija se quedó con todo preparado. Ella está mal. Se quedó con la esperanza de ver a su hija y ella de ver a su mamá”.

Según cuenta Marlix, su nieta entraría a abordar el avión a las 6 de la tarde. “Yo no la volví a ver más (a la nieta) hasta las 3 am. Esta mañana fue que me entregaron los documentos porque hasta eso se los quitaron a los representantes de la ONG, que están todavía detenidos”.

A pesar de las denuncias que han hecho los familiares y representantes de los infantes a través de los medios de comunicación, las autoridades no han podido resolver nada. La noche de ayer funcionarios de la Defensoría del Pueblo se acercaron a la terminal aérea pero no solucionaron el problema.

Unión Venezolana en Perú se pronunció

Por su parte, el presidente de la ONG Unión Venezolana en Perú, Óscar Pérez, rechazó que el Gobierno venezolano impidiera que los niños viajaran a Perú para reencontrarse con sus familiares. “Es una canallada a lo que se está sometiendo a estos muchachos”,  se expresó Pérez a través de un vídeo difundido en Twitter.

Indicó que la ONG que preside tiene como objetivo juntar a los jóvenes que se han separado de sus padres. “No es un programa político”.

Pérez también se mostró preocupado por el estado de su esposa, Martha Coromoto Molina Serrano, e hija, Josehp Georgina Pérez Molina, quienes son representantes de la ONG que preside, y que aún permanecen detenidas. Este sábado fueron trasladadas por la PNB y serían trasladadas a tribunales para presentarlas por cargos aún no informados por las autoridades, publicó Efecto Cocuyo

(noticiasaldiayalahora.co)