El temor separatista de Chávez que revive Maduro: “La media luna de Venezuela”

El pasado domingo, la oposición venezolana, pese a todos los pronósticos, solo logró alzarse con 5 gobernaciones, dejando 18 al chavismo.  Entre las ganadas está Zulia, Táchira y Mérida, tres estados con diversas potencialidades y un riesgo que siempre ha atemorizado a todos los gobernantes de la nación: el separatismo.

El Zulia fue independiente solo por un momento. Un 23 de Junio de 1869 en Venezuela, el general Venancio Pulgar declara al estado Zulia como autónomo e independiente, aunque fue reculado por José Ruperto Monagas. Con Hugo Chávez, al igual que en gobiernos anteriores, volvió la polémica.

El Informe Otálvora de El Nuevo País en 2008 aseguró que en 1999, “el para entonces alcalde de la capital del fronterizo departamento colombiano de Norte de Santander, propuso la secesión de ese territorio. El alcalde José Gelvéz abiertamente propuso la unión del territorio nortesantandereano con el estado Zulia de Venezuela. En aquel entonces, en el alto gobierno colombiano circularon versiones según las cuales el movimiento secesionista cucuteño estaba siendo estimulado desde Venezuela, y más concretamente desde el gobierno del estado Zulia. Para la fecha, el gobernador del Zulia era Francisco Arias Cárdenas”.

Sobre esto no se dijo nada más. Casi nueve años después aparecieron en el estado nuevos minoritarios movimientos separatistas que no llegaron a ningún lado. Sin embargo, el fallecido Hugo Chávez trajo el tema de nuevo a la opinión pública en un temor que la oposición ganara los estados que conforman la llamada media luna, como en efecto ganó dos.

En su programa Aló Presidente, Chávez denunció un supuesto plan opositor para controlar políticamente los estados Zulia, Táchira, Mérida, Barinas y Apure, “territorios continuos” que forman una especie de media luna pegada a la frontera venezolana con Colombia para “levantar un movimiento secesionista, golpista, desestabilizador”.

Algunos hablan de separatismo(…) ellos van a tratar se montar un movimiento secesionista”, indicó Chávez mientras rayaba un mapa de Venezuela señalando los estados comentados.

Sin embargo, la denuncia de Chávez no se cumplió. Ahora, el Gobierno de su sucesor, Nicolás Maduro, adopta el mismo temor. Efectivamente a la oposición solo le faltó el domingo ganar Apure y Barinas para completar la “media luna venezolana”. Se quedaron solo con tres, pero ninguno de los candidatos electos gobernadores ha manifestando interés alguno en tomar dicho proyecto.

De hecho, sondeos que se han realizado a los largo de estos años afirman el desinterés de los residentes en tal plan.  Y es que tal pretensión es imposible a nivel constitucional. El mecanismo se haría a través de un  plebiscito que no existe en la carta magna. El referendo quedaría descartado pues solo  hay cuatro tipos: el consultivo que no es vinculante; el revocatorio, el aprobatorio de leyes y el abrogatorio de leyes.

Sobre este particular se refirió el Roy Daza, integrante de la comisión de asuntos internacionales del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV),  y se desestimó que algo así pudiera prosperar. “Si había una intención de crear una media luna en el país, eso fracasó hace mucho tiempo”, comentó.

Para el chavismo se trata de una supuesta estrategia que se aplica en Oriente Medio para tomar el control petrolero. Sin embargo, la situación de Venezuela es otra: una aguda crisis económica, una inflación imparable, desabastecimiento de alimentos de medicinas y una caída brutal de producción de crudo por falta de inversión y mantenimiento. Entre todos estos problemas, a los venezolanos se les hace imposible pensar en otro más que no se trate de subsistir.

Para el cierre de esta nota, Leidy Gómez, gobernadora opositora electa en Táchira, fue sustituida por un diputado del chavismo al negarse asistir a la Asamblea Nacional Constituyente. Expertos coinciden que los otros cuatro gobernadores de la Mesa de la Unidad Democrática correrán con el mismo destino, por ende, el oficialismo manejará los estados “estratégicos”.

El Cooperante