El presidente de la Asamblea Nacional apuntó contra los organismos financieros.Criticó al presidente de la empresa Polar, Lorenzo Mendoza, a quien responsabilizó por la «guerra económica» que vive el país
El régimen de Nicolás Maduro, sumido en una profunda crisis económica, sigue responsabilizando a agentes externos de los problemas del país. El último informe del Fondo Monetario Internacional prevé un escenario «muy complicado» para Venezuela. Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, advirtió que el FMI y el Banco Mundial saldrán del país.
«De aquí echamos al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, no volverán más nunca a la Patria, no volverán, no queremos saber nada de ellos», lanzó durante su programa de televisión semanal, Con el Mazo Dando.
El dirigente chavista mencionó el contacto que mantuvieron el presidente de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, y el ingeniero venezolano en Física aplicada y doctor en Economía, Ricardo Hausmann.
«No podemos quedarnos callados cuando hay gente que está conspirando con nuestra Patria», indicó.
«El único autorizado para gestionar la Patria es el Presidente de la República (..) lo que va a salir es un pueblo en bandadas el 6 de diciembre (en las elecciones parlamentarias) para demostrar que aquí sigue gobernando el pueblo», agregó Cabello.
Debido a la falta de insumos básicos, Polar, empresa a cargo del 80% de la distribución de cerveza en el país, se vio obligada a cerrar cervecerías. Las autoridades de la compañía denunciaron que el desabastecimiento impacta los precios y fomenta el mercado negro.
Ante esta medida, el presidente de la Asamblea Nacional acusó a Mendoza de ser el principal responsable de la «guerra económica» en Venezuela.
Complicado escenario para Venezuela
Cuando Robert Rennhack, director adjunto para América Latina del Fondo Monetario Internacional, tuvo que definir qué perspectivas ve el organismo para el régimen de Nicolás Maduro, su sentencia fue clara: el escenario es «muy complicado».
El funcionario apuntó que el manejo del chavismo ante la caída de los precios del crudo «no es bueno». El país petrolero podría terminar el año con inflación de tres dígitos, en medio de una profunda escasez y severos controles de precios y de divisas.
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