Diálogo ‘en privado’ garantizaría su vigencia

Ni la presencia de la Santa Sede, mucho menos Unasur, parece animar al diálogo entre los actores políticos del país y mucho menos ante una opinión pública que pierde fe en la iniciativa, al menos eso reveló el más reciente sondeo de Venebarómetro, que señala  que el 49,9% de los venezolanos dice sentirse inconforme con el proceso.

Al respecto, los analistas consideran que lo relevante en el diáologo es que se realice en privado, sin tanta exposición mediática. De hecho, uno de los exhortos de los facilitadores ha estado dirigido en ese sentido: “Evitar el fuego mediático”.  Y aunque el llamado no ha tenido hasta ahora eco en el Gobierno ni en la oposición, la solicitud  es cada vez más vital si se quiere preservar el diálogo y reflotarlo en 2017.

Así lo ha considerado el analista político Manuel Felipe Sierra, quien ha subrayado  que se necesita que el diálogo se mantenga alejado de lo público.

“No se trata de reproducir en una mesa, como un reality show (…) Aquí cada parte está jugando para la tribuna”.

“Estas negociaciones” —agrega Sierra— “se tienen que dar de manera secreta, como ocurre en el mundo entero. No son públicas, no son un espectáculo televisivo, porque son negociaciones que implican concesiones, entonces cuando se hacen públicas, de cara a las tribunas, a las gradas, entonces ahí no habría acuerdo”, agregó el analista.

Para Eduardo Fernández, los puntos clave para el avance de las conversaciones todavía no ofrecen ningún resultado.    “La fijación de un calendario electoral, la liberación de los presos políticos, el respeto a la autonomía y la independencia de las diferentes ramas del poder público”, según Fernández todavía están en espera.

Y los micrófonos, siempre a la mano de uno y otro lado, parecen ser las armas más peligrosas con que cuentan las partes en conflicto de aquí al 13 de enero próximo, cuando deben sentarse de nuevo, cara  a cara.

“La mesa de diálogo no va ser un nuevo carmonazo”, riposta desde el Gobierno Diosdado Cabello, al tiempo que pidió: “O se sientan en la mesa de diálogo como debe ser, o mejor se paran”.

Avances concretos exige la oposición, caracterizada por una visión “cortoplacista” en su búsqueda de resultados, pero que pagó un precio muy alto ante su base dura para sentarse en la mesa.   “El diálogo está muerto porque no ha producido ningún resultado”, aseveró  el presidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, poco después de que la  MUD congelara su participación en las conversaciones alegando que el gobierno ha incumplido compromisos.

De acuerdo con el sondeo de Venebarómetro, según su preferencia política,  73,4% de los chavistas está conforme con el diálogo y solo 13,3% se declara frustrado.   Entre los opositores reina el pesimismo, pues 69,7% de ellos asegura que el proceso no ha llenado sus expectativas y solo 20,1% admite encontrarse satisfecho.

 

H. Morales / AFP