Carlos Ortega: “Venezuela y sus trabajadores jamás merecieron tan bárbaro destino”

Este 1º de Mayo ocurre en la mas crítica situación de nuestra historia republicana. Si bien en el pasado esta fecha fue motivo para conmemorar los logros alcanzados por los trabajadores, sus familias y el movimiento sindical libre, organizado y democrático, como resultado de la lucha conjunta por mejorar su propia calidad de vida, hoy, ninguno de ellos tiene nada que celebrar, pues en esta Venezuela chavista, en manos de esta dictadura comunista, militar y narcoterrorista, lo han perdido todo, los empleos poco valen, los salarios son miserables y de mantenerse estos delincuentes en el poder, el futuro que les espera es el de ser esclavos del régimen y de los cubanos.

Los trabajadores y el pueblo venezolano en general, están hartos de la miseria, la desgracia, la desesperanza, la vida miserable en que los ha hundido la dictadura castrocomunista de Hugo Chávez, un militar traidor y corrupto y de Nicolás Maduro, un extranjero que ni es presidente ni es obrero.

Las familias entierran a sus seres queridos que mueren víctima de la inseguridad, la falta de medicinas y el hambre, producto del saqueo a las arcas públicas, de la corrupción chavista madurista que ha llevado a la quiebra a PDVSA, SIDOR y demás empresas básicas y de la expropiación-robo de empresas privadas productivas ejecutados por estos hampones que en mala hora y para desgracia de nuestro país, llegaron al poder. Venezuela y sus trabajadores jamás merecieron tan bárbaro destino.

Chávez, Maduro, Cabello, El Aissami y sus secuaces, junto a una cúpula militar podrida por la corrupción y el narcotráfico, han traicionado a la patria, vendieron y robaron sus riquezas, destrozaron el futuro, la entregaron al terrorismo internacional y permitieron su invasión por un ejército de ocupación cubano, para vergüenza de aquellos a quienes ésta les entregó las armas para defenderla.

Venezuela hoy es un país asaltado y pisoteado por fuerzas extranjeras a las cuales han acudido, cual criminal que huye de la escena del delito, los bandoleros del régimen en un desesperado esfuerzo por mantener sus groseros privilegios, fruto del robo y la expoliación del dinero de nuestro pueblo.

Por eso es obligatorio sustituir el análisis y las propuestas por la acción, que en el caso de los trabajadores significa recuperar lo que les han arrebatado esta banda de delincuentes encabezada ayer por el difunto y hoy por Maduro, tomando sus centros de trabajo, los portones y la calle, reanudando de inmediato la lucha como en el pasado conjuntamente con sus familias y todo el pueblo venezolano que, como siempre, les apoyará.

Por último no existiendo salida electoral ni posibilidad de una alianza cívico militar que saque no sólo al dictador del poder y a los invasores cubanos sino que también arranque de cuajo el sistema comunista corrupto que ha destruido nuestra patria, ratifico que el único camino que nos queda para lograr la libertad y el regreso de la democracia es la intervención cívico militar humanitaria internacional. Esa es y será mi petición ante toda la comunidad internacional y lograrlo es mi compromiso fiel y coherente con los trabajadores, sus familiares, el movimiento sindical y el pueblo venezolano en general.

Lima, 1º de mayo de 2018