Los fallecidos Adrián Guacarán y Yalik Peña fueron los dos únicos venezolanos que pudieron tener acceso y cercanía a dos Sumos Pontífices. Guacarán, ampliamente conocido por cantarle al papa Juan Pablo II y Yalik, que tuvo la oportunidad de entregar la bandera de Venezuela al papa Francisco durante una visita de su Santidad a Colombia.
“El Peregrino”, una melodiosa interpretación en la voz de Adrián Guacarán y que impresionó al mundo entero, inclusive al Sumo Pontífice, volvió a ser noticia este 17 de noviembre, cuando se conoció el lamentable fallecimiento de este músico a sus 44 años.
Cuando se hizo pública la información se pudo conocer que Guacarán sufría de insuficiencia renal, situación que se agravó con el paso de los días aunado a la imposibilidad que tenía para acceder a los medicamentos. También es importante recordar que días antes de fallecer, él mismo solicitó a través de sus redes sociales los medicamentos albúmina y aldactone (diurético), pero en el centro hospitalario donde murió Guacarán, no había disponibilidad de dichos fármacos.
Saludos a todos Yo ADRIÁN GUACARAN solicito con urgencia para mí ALDACTONE DE 100 MG. Tlf 04167082481, Dios les pague
— Adrian Guacaran (@guacaran_blanco) November 6, 2017
Por su parte, Yalik Peña, de 19 años (aunque parecía tener menos), falleció este sábado como consecuencia de un paro intestinal, tras ingresar al Hospital Universitario de Los Andes. La información también fue confirmada por el alcalde de la ciudad de Mérida, Carlos García.
El pequeño Yalik de Mérida que hace poco le entregó nuestra bandera tricolor al papá y le pidió por la Libertad de Venezuela acaba de morir en nuestra Ciudad. Que Dios te tenga en la gloria amigo, mis condolencias a su familia! pic.twitter.com/fSJEa9JI0G
— Carlos García (@CarlosGarc1a) November 26, 2017
Estas noticias causaron gran revuelo y tristeza entre los seguidores de la Iglesia católica y venezolanos, principalmente porque deja en evidencia la grave situación del país ante la escasez de medicamentos. La diferencia entre la muerte de uno y otro es de nueve días.
CD