A los Wade se le atribuyen unos 166 homicidios en La Cañada

En 11 meses, la Policía liquidó a 21 sicarios de la organización criminal. Su líder, Jhon Gregorio, comanda desde el exterior del país. Según los oficiales, «la banda recluta a adolescentes, los entrena como sicarios y los distribuye por los municipios para matar»

Solo mencionarlos causa terror en La Cañada de Urdaneta y sus municipios colindantes. Desde 2013 controlan las extorsiones, el cobro de vacunas y los sicariatos en la localidad. La banda de Jhon Gregorio Wade León ha perdido 21 secuaces en los últimos meses, pero su líder comanda desde el exterior. La Policía y la Guardia Nacional aprovechan la coyuntura y rastrean por el país al resto de sus cómplices: el «Jordan», el «Jhon Andrew», el «Mauricio», el «Guillermo Luis», el «José Antonio», el «Alexánder Ramón», el «Eddy» y el «Tuqueque».

«La banda está debilitada. Ya liquidaron a sus sicarios más duros», alardeó un funcionario horas después de que ultimaran al «Temible»  Euris Antonio Cardozo Hernández (28), en un hotel en Caja Seca, municipio Sucre. El funcionario hace silencio y luego reconoció que no conocen con exactitud cuántos integran la organización criminal. «La banda recluta a adolescentes, los entrena como sicarios y los distribuye por los municipios para matar».

En La Cañada de Urdaneta se reportaron 208 asesinatos en los últimos tres años, a los Wade se le atribuyen el 80 por ciento de los crímenes, unos 166 casos. Según los reportes, las víctimas fueron sus adversarios, quienes se negaron a pagarle vacuna y aquellos a quienes ellos consideraron soplones.

El pistolero más ágil y arriesgado era Cardozo. La Policía científica presume que matara, solo en 2015, a unos 20 residentes. Entre sus últimas víctimas están Adam Medina (72),  jubilado de PDVSA; y el comerciante Oswaldo Pérez (41). Asumió el control de los matones luego de que la Policía ultimara a José Vicente Rincón Lara en la parroquia Concepción.

Al «Euris» lo describieron como implacable. Su despiadada personalidad la develó en su enfrentamiento con el Gaes. Hizo que mataran a su primo y su escolta, César Enrique Hernández Cardozo (18),  y luego utilizó a sus dos hijos como escudo, uno de ellos con discapacidad, para protegerse de los funcionarios. Al final de la balacera, también murió.

La pistola calibre 380 y la 9 milímetros que recuperaron los efectivos después de matar al «Euris», coinciden con los calibres usados en 80 por ciento de los homicidios de La Cañada de Urdaneta. Mientras que la camioneta Ford FX4 roja, sería la que rondó la casa de Medina antes de su asesinato.

Acorralados

A los oficiales les ordenaron desarticular las bandas que aterrorizan a los zulianos. Cumplieron con su comitido, una de las más afectadas ha sido la de Jhon Wade, en solo 11 meses liquidaron a 21 de sus súbditos.

El 22 de mayo, en el sector Sabana de Machango en la Costa Oriental del Lago, ultimaron a Édgar José Meleán Urdaneta, conocido como el «Narizón 2», yerno de Wade y encargado de la logística de la banda; Luis Doria Morales Morales, Alí Rangel Dugarte, José Savedra González, apodado el «Gordo»; y Enmanuel David Carroz.

Dos días después, los Wade ordenaron vengarse y sus secuaces lanzaron una granada en la sede de la Policía científica en La Cañada. Su osadía no quedó impune, en unas horas ultimaron a José Antonio Lara Rincón, alias el «Toño»; y a Eurípides Antonio Villasmil Rincón, padre de Euris Villasmil, el autor intelectual del atentado.

Cinco meses más tarde, en una granja campestre del municipio San Francisco, el cuerpo detectivesco sorprendió a Leonardo Javier Fernández Morales (25), José Fuenmayor (22), Jhony José Fernández (17), señalado como hijastro de Wade; Oswaldo José Chirinos Fernández (27), llamado el «Júnior»; Carlos Javier Ledezma Ledezma (25) y Jesús Enrique Villalobos (19), en una fiesta de cumpleaños y los acabaron.

No hubo más operativos contra la banda hasta el pasado 2 de noviembre cuando liquidaron a José Vicente Rincón Lara, conocido como «Vicentico» o «Vicente el carro», en el sector La Plaza de la parroquia Concepción. Fungía como la mano derecha de Wade y su búsqueda comenzó luego de que asesinara al capitán del Ejército retirado Oswaldo Rafael Méndez Muñoz (63).

La comunidad considera insuficientes los procedimientos. Los homicidios y el acuso de los criminales siguen. Su paz e integridad física se cimientan en el pago puntual a los sicarios que los extorsionan. Temerosos, los vecinos claman por más vigilancia y menos impunidad.

Guerra declarada 

01/05 Ultimaron a Rafael Jesús Omaña Boscán, de 22 años, y Yordanis José Finol Nava, de 19, en el sector La Yaguaza, parroquia Concepción del municipio La Cañada de Urdaneta.

22/05 Efectivos de la Policía científica liquidan a seis miembros de la banda de Jhon Wade en el sector La Curva del Camarón en Sabana de Machango de la Costa Oriental del Lago.

24/05 La banda de Jhon Wade responde lanzando una granada hacia la oficina del cuerpo detectivesco en La Cañada de Urdaneta. 10 horas después los detectives liquidan a Eurípides Villasmil (55), presunto responsable, y a José Antonio Lara Rincón.

30/06 Funcionarios de la división de vehículos de la Policía científica liquidan en La Concepción a Joel Navarro Rincón (34), alias el “Manga”, sicario de la banda de Jhon.

06/10  En la granja de la familia Ávila Ocando, en el sector El Rodeo I de la parroquia Domitila Flores del municipio San Francisco, la Brigada de Acciones Especiales (BAE) de la Policía científica ultimó a seis sicarios.

02/11 Mataron en un enfrentamiento a José Vicente Rincón Lara, mejor conocido como “Vicentico” o «Vicente el carro», en el sector La Plaza de La Cañada.

23/11 El Gaes ultimó a Euris Antonio Cardozo Hernández (28), conocido como el «Euris»; y a su escolta, César Enrique Hernández Cardozo (18) en un hotel.

 

La Verdad