Windsor soleado: El clima favorece la boda real de Harry de Inglaterra y Meghan Markle

La localidad de Windsor amaneció este sábado soleada y con temperaturas primaverales para acoger el esperado acontecimiento que concitará, además de a los 2.640 invitados al enlace, hasta 120.000 personas que no quieren perderse el momento. EFE

A las 12.00 hora local dará comienzo la ceremonia en la que la exactriz divorciada no prometerá “obediencia” a su futuro marido, imitando el ejemplo de su cuñada, la duquesa de Cambridge, y Diana de Gales, que tampoco lo hicieron cuando contrajeron matrimonio con sus respectivos esposos.

Oficiará el servicio religioso el deán de Windsor, el reverendo David Conner, mientras que el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia de Inglaterra, Justin Welby, será el encargado de casarles cuando los novios declaren sus votos matrimoniales ante una congregación de 600 personas.

Tras días de especulaciones sobre la asistencia del padre de la novia, Thomas Markle, de 73 años, el palacio de Kensington confirmó ayer que éste no podrá acudir al enlace por problemas de salud y que será el heredero al trono de Inglaterra, el príncipe Carlos, quien lleve a Meghan Markle hasta el altar de la capilla de San Jorge.

Con esta revelación se echaban por tierra las suposiciones de los medios británicos, que habían apuntado a que sería la madre de Markle, Doria Loyce Ragland, de 61 años, quien finalmente cogería el brazo de su hija en ese paseo, al existir precedentes en la monarquía británica.

La reina victoria (1837-1901) llevó al altar a dos de sus hijas -las princesas Helena y Beatriz- cuando éstas se casaron tras la muerte de su marido, el príncipe Alberto.

La boda del sexto en la línea de sucesión al trono del Reino Unido y la exactriz ha despertado espectación en todo el mundo y más 5.000 miembros de los medios de comunicación británicos e internacionales y personal de apoyo están acreditados para cubrir el acontecimiento.

Según los medios locales, unas 79 cadenas internacionales de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda o Japón informarán del enlace de la pareja en el pueblo de Windsor.

Tras la ceremonia, los novios efectuarán un desfile de unos 25 minutos por los lugares más emblemáticos de la localidad, de 30.000 habitantes, para después acompañar a sus invitados en un banquete en el salón de San Jorge, utilizado para cenas de Estado.

Posteriormente, habrá una segunda recepción para familiares y amigos íntimos que se celebrará en el Frogmore House, una casa de campo adyacente al castillo de Windsor, en la que ejercerá como anfitrión el príncipe Carlos.