Weah asume la presidencia de Liberia con la esperanza de una vida mejor

La leyenda del fútbol George Weah asumirá este lunes la presidencia de Liberia tras haber prometido mejorar el empleo y la educación en el país africano, 15 años después de atroces guerras civiles.

AFP

Weah sucede a Ellen Johnson Sirleaf, primera mujer elegida jefa de Estado en África en 2005, que deja el poder tras dos mandatos consecutivos de seis años cada uno.

La investidura de este lunes, la primera transición democrática en Liberia desde 1944, se llevará a cabo con una ceremonia prevista en el estadio Samuel Kanyon Doe, cerca de la capital, Monrovia.

Los jefes de Estado de Ghana, Malí, Nigeria y Togo tienen previsto asistir a ese acto, al que también acudirán amigos y excompañeros futbolistas de Weah, de 51 años, exdelantero estrella del Mónaco, del Paris-Saint-Germain y del Milan AC.

Weah ganó el Balón de Oro en 1995 y sigue siendo el único africano en haber conseguido el galardón que premia cada año al mejor futbolista del planeta.

Tras una derrota durante su primera candidatura a la presidencia en 2005 frente a Sirleaf, logró trasladar su popularidad al escenario político y obtuvo un escaño de senador en 2014.

Grupos de voluntarios colocaban el domingo las últimas decoraciones en las calles de Monrovia, donde muchos esperan un verdadero cambio en sus vidas.

«Es la primera vez que asisto a un traspaso de poder pacífico en Liberia», dijo Samuel Harmon, un vendedor ambulante de 30 años, en la capital. «Toda la esperanza de este pueblo depende de él (Weah). Todos piensan que si fracasa, la mayoría de la gente estará decepcionada con los hombres políticos», aseguró.

– Bajo presión –

En sus 12 años al frente del país, Sirleaf logró mantener la paz tras las guerras civiles que dejaron cerca de 250.000 muertos entre 1989 y 2003.

Pero respecto a las reformas económicas y sociales, su balance es menos brillante y la pobreza extrema se ha extendido en el país, situado entre los peores Estados del mundo en cuanto a salud, educación y desarrollo.

Durante una misa celebrada el domingo en Monrovia, Weah y Sirleaf mostraron su unidad después de una dura campaña electoral.

El vicepresidente saliente, Joseph Boakai, vencido por Weah en la segunda vuelta del 26 de diciembre, denunció en un primer momento un fraude en las elecciones.

Su recurso judicial aplazó la celebración de la segunda vuelta y acortó por tanto el periodo de transición. El nuevo presidente no tuvo tres meses, sino uno solo para formar su equipo de gobierno.

La investidura «implica la continuidad y también una respuesta a los desafíos de Liberia, afirmó el domingo la expresidenta Sirleaf a la AFP.

Weah deberá impulsar la transformación de una economía deprimida y que depende en gran medida del caucho y del mineral de hierro e intentar responder a las expectativas de los jóvenes que lo llevaron al poder.

«Quieren verme como un exfutbolista, pero soy un ser humano. Trato de ser excelente y puedo tener éxito», declaró Weah el sábado, reafirmando que su prioridad es mantener la paz.

Algunos observadores dudan, no obstante, de su capacidad para atajar la corrupción endémica en el país.

«Sufre presiones por parte de varias circunscripciones electorales. Es poco probable que nombre a un gobierno reducido de expertos como anunció después de su victoria», opina Malte Liewerscheidt, un analista político instalado en Londres.

Los nombres que circulan «indican claramente que nos dirigimos más bien hacia el pago de deudas políticas, lo cual sugiere una continuidad de ciertas prácticas en lugar de una nueva era política en Liberia», añade.