Trabajadores de un restaurante en Virginia se niegan a atender a portavoz de la Casa Blanca

Sarah Sanders

Un restaurante de Virginia se negó a atender a la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien aseguró este sábado en Twitter que la dueña del establecimiento le pidió que se retirara porque trabaja para Donald Trump.

«Anoche la dueña del Red Hen en Lexington, VA (Virginia) me pidió que me retirara porque trabajo para @POTUS (acrónimo para referirse al presidente) y cortésmente me fui», escribió Sanders en un tuit.

El mensaje de Sanders confirmó versiones sobre el incidente que circularon la noche del viernes en las redes sociales.

«Sus acciones dicen mucho más sobre ella que sobre mí. Siempre hago mi mejor esfuerzo para tratar a las personas, incluidas aquellas con las que no estoy de acuerdo, y lo seguiré haciendo», agregó Sanders.

La noche del viernes, un hombre que aseguraba ser mesero del Red Hen indicó en Facebook que atendió a Sanders «por un total de 2 minutos», antes de pedirle a ella y a su grupo que se retiraran.

La publicación se viralizó cuando Brennan Gilmore, un músico, activista y exdiplomático estadounidense, publicó el mensaje en Twitter junto con la imagen de un supuesta nota del restaurante escrita a mano: «86 – Sara Huckabee Sanders».

El «86» es un código para negarse a servir a un cliente.

El restaurante recibió por Internet una ola comentarios de todo tipo, algunos calificándolo con cinco estrellas celebrando su actitud con Sanders y otros con solo una y acusando al establecimiento de «discriminación».

«Sarah, tú eres impresionante. Lamento mucho que hayas sido tratada así», dijo la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en Twitter.

El episodio ocurre luego de que la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, fuera increpada por manifestantes el martes cuando cenaba en un restaurante mexicano en Washington.

«Vergüenza, vergüenza», corearon los manifestantes a Nielsen hasta que se retiró del restaurante. La secretaria es una de las principales defensoras de una polémica política antiimigración de Trump, que ha derivado en la separación de sus padres de más de 2.000 niños y menores.

AFP