Theresa May rechazó este lunes la posibilidad de convocar un segundo referéndum sobre el Brexit

Theresa-May

La primera ministra británica Theresa May rechazó este lunes la posibilidad de convocar un segundo referéndum sobre el Brexit. Y dijo que espera abordar otra vez con la Unión Europea la controvertida salvaguarda diseñada para evitar una frontera en Irlanda del Norte.

Según la conservadora May, llamar a otra consulta popular dañaría la «cohesión social». También se mostró en contra de retrasar la fecha de salida del bloque, que debería operar el próximo 29 de marzo.

La premier fue este lunes a la Cámara de los Comunes para exponer el estado de situación después de que los diputados rechazaran la semana pasada (por un amplio margen de 230 votos) el acuerdo al que había llegado con la UE.

May sostuvo que continuará con «los esfuerzos» para que el divorcio del bloque sea aprobado por el Parlamento. Eso implica que la funcionaria seguirá reuniéndose con distintos sectores en búsqueda de un consenso.

El 29 de enero la primera ministra debe presentar su «plan B» para que la legislatura analice y vote.

Será una moción «neutra»: se limitará a constatar que los diputados han considerado las propuestas de la primera ministra. Pero podrá ser enmendada por las diversas fuerzas políticas. Esto abre la puerta a que los parlamentarios tomen cierto control del Brexit y modifiquen la hoja de ruta del Ejecutivo.

La diputada laborista Yvette Cooper anticipó que planea presentar una cláusula que forzaría al Gobierno a solicitar una extensión del plazo de salida de la UE si no se aprobó un acuerdo para finales de febrero.

Otra posible enmienda, del conservador Dominic Grieve, aspira a alterar el procedimiento parlamentario habitual para facilitar que diputados ajenos al oficialismo marquen la agenda de la cámara, lo que allanaría el camino para que se votaran planes alternativos a los de May.

La opción de un segundo referéndum también podría aparecer, aunque es el presidente de los Comunes, John Bercow, quien decide qué cláusulas se someten finalmente a votación.

La semana pasada May tuvo que enfrentar una moción de censura planteada por la oposición laborista. Y la atravesó exitosamente por apenas 19 votos, reseña El Clarín