Sánchez, Rivera e Iglesias se disputan al electorado en ausencia de Rajoy

La ausencia del presidente del Gobierno y candidato del partido mayoritario en España, Mariano Rajoy, marcó el lunes el primer debate electoral a varias bandas de cara a los comicios del próximo 20 de diciembre.

Reflejo del escenario político fragmentado que se prevé tras el 20D, el actual líder de la oposición, el socialista Pedro Sánchez, se midió a los representantes de dos formaciones extraparlamentarios que según los sondeos entrarán con fuerza en el Congreso la próxima legislatura.

En un debate de casi dos horas organizado por el diario El País, los aspirantes de PSOE, Ciudadanos y Podemos trasladaron sus propuestas económicas, sociales, territoriales y de regeneración a un electorado indeciso cuyo voto se disputan estrechamente.

«En las próximas elecciones no nos estamos jugando simplemente cuatro años, nos estamos jugando la próxima década», dijo el candidato de Podemos, Pablo Iglesias.

«España ya ha cambiado en la calle, ahora tiene que cambiar en el Parlamento y en La Moncloa», añadió.

Atacando las políticas del Partido Popular en los últimos cuatro años, los tres candidatos prometieron derogar leyes como la reforma laboral, la ley de educación y blindar en la Constitución derechos sociales recortados por el Gobierno de Rajoy para hacer frente a la crisis económica.

«Tras cuatro años de recortes (..), hoy el PSOE es más importante y necesario que nunca», dijo Sánchez, recordando los logros económicos y sociales de anteriores ejecutivos socialistas.

«Sabemos hacerlo, ya lo hicimos y vamos a volver a hacerlo», añadió.

Ante al reto soberanista de Cataluña -uno de los temas que marcará la nueva legislatura-, el PSOE propuso una reforma constitucional que conduzca a un modelo federal, frente a la postura unionista de Ciudadanos o la idea de Podemos de celebrar un referéndum sobre la independencia de la región.

SIN REFERENCIAS A POSIBLES PACTOS

El debate careció, sin embargo, de alusiones a los pactos electorales que se ven como inevitables tras unas elecciones en las que la única certeza que vaticinan las encuestas es la ausencia de mayorías parlamentarias.

Los sondeos prevén que Ciudadanos y Podemos, que han emergido en el último año con un discurso de regeneración y contra la desigualdad, serán claves para apoyar gobiernos de PP o PSOE y hay algunos que incluso sitúan al primero como segunda fuerza política del país.

«Los españoles somos afortunados porque tenemos en nuestra mano, en nuestro voto, cambiar el futuro de España. Hace falta un nuevo proyecto y eso lo vamos a escoger entre todos el 20 de diciembre», dijo el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera.

En una entrevista televisiva coincidiendo con el inicio del debate, el líder del PP, cuyo partido será según los sondeos el más votado pero lejos de la mayoría absoluta de 2011, dijo que aspiraba a que se deje gobernar a la fuerza más votada.

«Es muy difícil saber lo que va a hacer Ciudadanos tras las elecciones. Pero sé lo que voy a hacer: el que gane las elecciones que gobierne», dijo Rajoy en Telecinco sobre el partido al que se considera ideológicamente más afín al PP.

 

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