El Presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación Rusa, Konstantin Kosachev, negó este jueves de manera tajante que su gobierno esté interesado en un conflicto armado en Venezuela. De hecho, se mostró sorprendido de que el gobierno colombiano se sintiera amenazado por Rusia, tal como lo declaró la semana pasada el diputado colombiano Alejandro Chacón.
Kosachev dejó muy claro en un comunicado oficial que “Solo pedimos a los socios extranjeros que apoyen el diálogo y el proceso político pacífico en Venezuela y que detengan cualquier intento de interferencia externa en los asuntos internos de este estado”.
La declaración desmiente lo dicho ayer por el Vicecanciller Ivan Gil, según lo cual “más personal militar ruso podría llegar a Venezuela en virtud de los acuerdos pactados con el Gobierno de Vladimir Putin”. Gil también dijo que “las fuerzas rusas permanecerán en Venezuela el tiempo que sea necesario y que no hay un período establecido para su permanencia”.
Declaración dirigida a generar temor o dudas en relación a una intervención militar rusa en Venezuela.
El Comunicado oficial enviado a la prensa por el encargado de los asuntos exteriores de Rusia, se deslinda de esa declaración:
“Con cierta sorpresa, en el Consejo de la Federación nos enteramos de la reacción del Presidente de la Cámara de Representantes de Colombia, Alejandro Chacón, ante la Declaración del Consejo de la Federación sobre la situación en la República Bolivariana de Venezuela del 27 de febrero de 2019, transmitida al parlamento colombiano a través de los canales oficiales. En una entrevista con el periódico Tiempo, el Sr. Chacón vio esto como una advertencia al Congreso colombiano. Cito: ‘porque al final somos nosotros los que damos permiso al gobierno para la intervención militar en territorio extranjero. Sin duda, esta es una amenaza directa para el estado de Colombia’.
Como se sabe, la declaración del Consejo de la Federación se envió a las instancias más diversas: la ONU, la Unión Interparlamentaria, la Asamblea Interparlamentaria de la CEI, la Asamblea Parlamentaria de la OTSC, la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, el Parlamento Europeo, el Parlamento de América Latina, el Parlamento del Mercado Común de América del Sur, el Parlamento de América Central, así como los Estados de los parlamentos extranjeros. Y en ninguna parte, excepto en Colombia, esta afirmación no causó malentendidos y, más aún, la sensación de algún tipo de amenaza.
Por supuesto, nos complace afirmar que nuestras apelaciones se escuchan en el extranjero. De este modo, logran el objetivo principal: transmitir a la audiencia extranjera la posición del Consejo de la Federación sobre cuestiones internacionales graves. En este caso, declaramos claramente que “el uso ilegítimo de la fuerza armada por parte de otros estados que apoyan a la oposición contra Venezuela será considerado por el Consejo de la Federación … únicamente como un acto de agresión contra un estado soberano y una amenaza para la paz internacional. y seguridad.”
Por supuesto, nuestra posición no contradice ni el derecho internacional ni la Carta de las Naciones Unidas, y, además, no puede ser percibida como una amenaza por ningún estado que respete la soberanía de Venezuela y no planifique una intervención militar en su contra… De hecho, en la Declaración del Consejo de la Federación no hay discrepancia con respecto a la posición de la inaceptabilidad de la intervención militar contra Venezuela, que el propio gobierno colombiano y el Grupo de Lima, que incluye a Colombia, han declarado repetidamente.
En nuestro texto no hay una mención directa o indirecta de Colombia o su posición sobre Venezuela, que, por supuesto, puede diferir de la rusa. Solo pedimos a los socios extranjeros que apoyen el diálogo y el proceso político pacífico en Venezuela y que detengan cualquier intento de interferencia externa en los asuntos internos de este estado”.
reseña El Cooperante