Revelan detalles de las explosivas fiestas sexuales que organizaba «La Madame» en el Caribe colombiano

La-Madame

Se revelaron más detalles de las fiestas sexuales que organizaba Liliana Campos, alias La Madame, a quien una jueza en Colombia le dictó prisión preventiva por los delitos de trata de personas, concierto para delinquir e inducción a la prostitución.

Según la Fiscalía, su esposo, David Robles, era el encargado de vender licor y drogas en las fiestas sexuales y bacanales que se celebraban en yates o lujosas casas.

Durante la audiencia en la que se le dictó medida de aseguramiento, la jueza explicó que, pese a que la prostitución no es un oficio penalizado en Colombia, sí lo es cuando es con fines de explotación sexual y con el agravante cuando son utilizadas menores de edad.

La Madame utilizada dos casas en Cartagena donde subarrendaba habitaciones a jovencitas humildes que venían de otras ciudades colombianas como Barranquilla, Medellín, Cali, Bogotá y Pereira.

La Madame cobraba en dólares y le pagaba a las prostitutas en pesos, quedándose siempre ella con la mayor parte de la ganancia. Las jóvenes recibían en promedio 200 dólares por una jornada sexual de tres horas.

Sandra, una joven que trabajó para la proxeneta, contó detalles de las fiestas sexuales que organizaba para extranjeros y empresarios en el Mar Caribe.

«Casi siempre las fiestas eran con extranjeros en yates, en lugares. Había viajes también incluidos«, dijo Sandra, en una entrevista para el programa La Noche, de Noticias RCN.

En las fiestas no faltaban las drogas: «Yo creo que en todas las fiestas se ve droga, y obviamente la mayoría de extranjeros que vienen aquí a Colombia vienen a consumir, ¿no?«.

«Entonces sí, se consumen drogas altas. Casi siempre se tiene un chico que es que nos reparte la droga, pero yo realmente no sé más allá de dónde la saca», añadió.

La joven también contó cómo contactaba a los potenciales clientes, ya sea en el extranjero o en Colombia.

«En cuanto al contacto, casi siempre era por medio de Internet o tenían varias personas alrededor de Cartagena y agarraban bastantes extranjeros a los cuales les mostraban el catálogo«, dijo.

En cuanto a las menores de edad que hacían parte de la red de explotación dijo: «Que yo sepa, sí se manejan menores de edad. Estamos hablando de chicas de 17 años que conocí en una etapa que yo estuve trabajando con ella. Conocí a una pelada que tenía 17 años y trabajaba«.